El “sound track” de…
La televisión es el medio más poderoso que se ha inventado pues amalgama el sonido con la imagen y es capaz de instalarse en la sala o en el dormitorio del televidente y transportarlo a dimensiones inauditas e insospechadas. Mas el radio ha sido el medio de mayor penetración geográfica pues la economía y simplicidad lo favorecen ampliamente. Un receptor tiene un costo relativamente bajo y sus dimensiones, después de que se inventaron los transistores, han llegado a valores inimaginables.
Perdónesenos el uso de un vocablo extranjero en el título de la nota pero lo hacemos porque reproducimos el título que tiene una sección de un programa radial que consideramos notable.
En 99.9 FM en Caracas, todas las mañanas, muy temprano, nos hacemos acompañar mientras damos vueltas en el Parque del Este, por un locutor que es capaz de producir un programa de dimensiones colosales. Recorre, con una estupenda mezcla de curiosidad e interés, toda la prensa nacional y con el auxilio de Internet también lo hace en los periódicos más interesantes del mundo. Entrevista telefónicamente a algunos personajes relacionados con las noticias más importantes del día. Recibe en el estudio a profesionales y artistas que nos comunican novedades y eventos relacionados con sus actividades o nos ubican el lugar donde estarán realizando actividades interesantes para su gremio o colectividad. También coloca buena música.
Semanalmente, los viernes, dedica una media hora, entre ocho y media y nueve, a reproducir segmentos previamente grabados y donde hace que algún personaje de la vida notable del país recorra imaginariamente sus estelares momentos melódicos vividos.
Dependiendo de la edad, del sexo y de la memoria del personaje podemos escuchar las mejores anécdotas y las canciones que se han constituido en hitos de sus recuerdos.
César Miguel Rondón es un catedrático de la música ligera de América. Conoce al detalle toda la buena música popular y puede opinar, con conocimiento de causa, sobre cada uno de los intérpretes que cada canción interesante ha tenido. Además, tiene la habilidad y el olfato necesarios para hacer brotar de la memoria del entrevistado la mejor historia del recordado pasaje vital.
Hemos reflexionado mucho sobre estas entrevistas y hemos llegado a algunas conclusiones: Extrañamos muy de veras que la música que llamamos selecta o clásica, nunca ha aparecido entre los recuerdos de ninguno de los entrevistados. Cuando repasamos nuestras vivencias, siempre viene a nuestra mente el programa “Fantasías Dominicales” que por Radio Continente producía y trasmitía Reinaldo Espinoza Hernández durante los últimos cuarenta y los primeros cincuenta del siglo pasado. Ese programa, junto con su maravilloso presentar de artistas de calidad mundial en el histórico Teatro Municipal, nos traen a la memoria hechos fundamentales de nuestra educación. Muchas fueron nuestras tempranas intervenciones telefónicas para acceder a los semanales concursos y varios los discos de vinilo, de doce pulgadas, que nos ganamos allí. En ese programa y con la tutela de nuestro padre, aprendimos a conocer a muchos de los mejores músicos del mundo.
El otro elemento que nos llama poderosamente nuestra atención es que la calidad de cada composición musical necesita que tanto la pieza como su intérprete sean de primera línea. No basta con que una canción sea muy buena… hace falta que sea interpretada por un artista que le agregue ese no sé que… necesario para que llegue al tope del sentimiento colectivo.
Entonces, cada viernes, estamos atentos a evocar, junto con cada entrevistado, los momentos estelares de la música popular de Venezuela, el Caribe y América.
Junto con “Ellos… que se conocen tanto” tenemos dos secciones que nos hacen vivir la parte amable del acontecer venezolano y nos ponen en otra dimensión el terrible presente que estamos viviendo.
