“Ala extremista” ordenó al TSJ disolución del Parlamento
Lunes 27: tensión en el TSJ. Ese día se esperaba “un anuncio”. No hay consenso sobre cuándo debía salir una sentencia que era una incógnita para los mortales del Palacio Judicial. Los aliados del gobierno rezaban que los magistrados anularan la renovación de partidos y pocos creían que decretaran la disolución de la Asamblea Nacional.
Las autoridades del TSJ no hablaron, sino que la página web oficial notificó la sentencia, que autoriza al Estado a negociar con empresas extranjeras sin el aval legislativo, despoja a los diputados de sus atribuciones y su inmunidad y le da poderes plenipotenciarios al presidente, con el argumento de una conmoción política.
El “golpe” se concibió hace 15 días, pero aguardaban el momento oportuno. El presidente Nicolás Maduro proponía enviar un “mensaje duro y contundente” al Parlamento, mas discrepaba del contenido de la sentencia y que se hiciera en momentos en que la OEA debatía sobre la Carta Democrática Interamericana y que 20 países alertaban al mundo que en Venezuela había una dictadura. “Su paso por Cancillería le aconsejaba más tino”, señalaron fuentes.
El “ala extremista”, Diosdado Cabello y Tareck El Aissami, creía lo contrario y, por ello, el miércoles autorizan al TSJ la publicación de la decisión. Cabello lanza la primicia en Con el mazo….
“Dos golpes en menos de 24 horas: uno contra Maduro y otro contra la Asamblea”, revelaron oficialistas. ¿Evidencias? El presidente no participó el martes 28 en “la tribuna antimperialista” instalada al frente del Legislativo; y guardó silencio sobre el tema por 48 horas. Ese día Cabello sí amenazó: “Quien cometa traición será considerado enemigo de la patria”. Un mensaje a los García de la oposición y del oficialismo.
“La fracción totalitarista, prodictatorial y stalinista ha logrado dirigir las políticas del entorno de Maduro. Son unos extremistas que, sin duda, conducen a Maduro al despeñadero, al totalitarismo lejos del cauce constitucional y de la democracia participativa y protagonista que es bandera del proyecto revolucionario”, lamentó el politólogo Nicmer Evans.
La noticia de la disolución del Parlamento recorre el mundo y en Miraflores sienten cómo el Poder Judicial lo hunden y que en lo interno pierden legitimidad. En el chavismo afloran las críticas y el gobierno evalúa la necesidad de revisar la sentencia. El diputado de VBR, Eustoquio Contreras, fue el primero en marcar distancia; rechaza el acto del TSJ. Luego la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, denuncia la ruptura del orden constitucional, en un intento para que el Poder Judicial reculara.
Desde hace dos años Ortega Díaz actúa con criterios institucionales, señalan fuentes. El Ministerio Público despidió a fiscales con expedientes y los sustituyó por abogados sin identidad partidista pero comprometidos con la ley. “La fiscal muestra una fisura institucional y que hay gente con (el) criterio de que se produjo un autogolpe, y que es necesario deslindarse de posturas ilegales y asumir la defensa de la Constitución”, expresó Evans.
¿El TSJ agarrará el “salvavidas” lanzado por la fiscal? El Poder Judicial hablará en las próximas horas con un solo argumento: el Parlamento no está disuelto, que es la tesis que manejará Miraflores en el plan para revertir la posición de la MUD de que en Venezuela hay una dictadura.