Omar Ávila: “Así como el Gobierno es malo, la dirección opositora ha sido peor”
Omar Ávila, diputado de la Asamblea Nacional (AN) y secretario general del partido Unidad Visión Venezuela (UVV), una de toldas integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), asegura que, aunque recientemente la coalición opositora anunció su reestructuración organizativa, la medida no ha servido para capitalizar el descontento popular hacia el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, en medio de una de las mayores crisis política y económica de la historia del país. «(La Unidad) cambió un cogolló por otro», apunta el dirigente en diálogo con Analítica.com.
A su juicio, el cambio necesario en el seno del bloque opositor pasa por establecer un propuesta, a partir de un «gran movimiento de unidad nacional» que promueva, por encima de una agenda para sustituir a un gobierno, un proyecto de país. «Hay una serie de situaciones que parten de una incoherencia que hemos venido reclamando a la que hay que ponerle orden. Más allá de que nosotros (UVV) estemos o no (…) en ese cogollo, lo que pedimos es estrategia y coherencia».
-¿Por qué UVV acudió al proceso de validación si tanto ha sido criticado en el interior de la MUD?
Participamos el proceso, tal cual estaba en el cronograma atropellado que presentó el CNE. Sin embargo, la participación del partido fue bajo protesta, pues nuestro primer llamado era que todos los partidos se rebelaran y no asistieran a convalidar un proceso que es ilegal e inconstitucional.
-¿Por qué ilegal y bajo que justificación pidieron “rebelarse” ante el CNE?
En principio porque el año pasado, específicamente en enero cuando se dio inicio al periodo constitucional, es que debimos haber sido llamados por el ente electoral para validar. La Ley de Partidos te habla de que tienes todo ese año constitucional -del 5 enero de 2016 al 5 enero de 2017- para renovar las nóminas de las organizaciones. Sin embargo, eso no se hizo. Fue por el mes de mayo del año pasado cuando el CNE presenta un cronograma con un reglamento que elaboran sus rectoras, donde dice que teníamos 3 meses para validar. Obviamente, teniendo un calendario, las 59 de las 62 toldas políticas manifestamos que íbamos a ir al proceso de validación. Pero nuestra sorpresa es que hace 3 o 4 semanas nos informan que tenemos que relegitimarnos en apenas 14 horas. En primer lugar, las rectoras violaron la ley. En segundo lugar, las rectoras están violando su propio reglamento.
No pedimos más máquinas o puntos electorales, porque no se trata de reclamar migajas ni de ser incoherente como han venido haciendo dentro del Gobierno y factores de la misma oposición, porque si yo digo que el gobierno tiene que entrar por el hilo constitucional, no puedo ir a avalar un proceso que es ilegal e inconstitucional, que además solo le está dando tiempo al gobierno.
-Y si no era la validación, ¿cuál decisión debieron tomar las agrupaciones de la MUD?
Si nosotros continuamos semana tras semana, a través de partidos que tienen recursos económicos, yendo a avalar esta aberración jurídica y política, desde ya vamos a denunciar que no va a haber ningún tipo de elecciones.
El pueblo lo que necesita y quiere realmente es que se haga cualquier tipo de proceso electoral. Nuestra propuesta era rebelarnos: no ir al proceso de renovación. Tenemos la tarjeta de la MUD y debemos defenderlas (porque esa) nos hizo a todos diputados, es la más votada en la historia de Venezuela y donde la gente se siente identificada para terminar un proceso de cambio.
Por lo tanto, nosotros (en la oposición) debemos exigir que se realicen las elecciones regionales que están en mora y además, que el CNE en julio presente el cronograma para las elecciones municipales. Con o sin CNE la oposición debe ir a un proceso primario ya y elegir desde nuestro candidato presidencial hasta los gobernadores, legisladores regionales, concejales, alcaldes.
-Sin embargo, ya varios partidos opositores han participado en esta renovación de nóminas, incluido el suyo ¿cuáles consecuencias cree que pueda traer consigo el proceso?
Además de ganar tiempo, el Gobierno quiere eliminar el 80% o 90% de las organizaciones políticas. El tiempo en cada centro electoral, dicho por el mismo CNE, no da para que puedan pasar más de 30 personas por hora. Si hablamos de matemáticas simples, con solo 421 máquinas (en todo el país), quiere decir, que en un fin de semana en 14 horas pueden pasar 17.682 personas. Si tomamos los 12 estados más pequeños, se necesitan 23 mil firmas para validar. Entonces, de acuerdo con la nota que publica el CNE, la realidad es que ningún partido pudiera realizar esta validación. Haciendo el mayor esfuerzo puede pasar uno semanal, eso es lo que ha pasado. Partidos con recursos como Avanzada Progresista lo pudieron lograr, aunque esas son cifras extraoficiales, pues vas a un proceso donde no te dan ni siquiera un comprobante de validaciones. Es tanto así que hemos visto a voceros del chavismo que han dicho que todos los partidos tendrían que ir a reparos porque no han recabado las firmas necesarias.
El gobierno va a dejar que valide quienes ellos quieren. Una oposición a su medida y que sea complaciente, que le sirva en algún momento para ir a un proceso electoral, de esa que ha dialogado cuando el país lo que solicitaba era un referéndum revocatorio.
-Es decir, ¿considera que la oposición ha fracasado en su objetivo de promover un cambio político?
Yo no diría que toda la oposición, pero así como el Gobierno es malo, la dirección política opositora ha sido peor, pues a pesar de que el 90% del país quiere un cambio político no han podido concretarlo. Lo que veníamos pidiendo era una reestructuración de la MUD, que pasara de una mesa de partidos políticos a un gran movimiento de unidad nacional donde estén involucrados todos los sectores del país.
-¿Y eso no ocurrió con el anuncio del pasado 17 de febrero?
No. Nosotros planteamos 16 puntos para iniciar con el debate del cambio estratégico en la coalición. Lamentablemente cuando se dio la primera plenaria fue con una medida, en la que yo digo que se cambió un cogollo por otro, porque resulta que las decisiones ya no las tomarán los cuatro partidos que lo venían haciendo (Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular). Ahora se amplió a nueve. Aunque esto es falso, debido que se inventaron un voto ponderado -en virtud a la cantidad de diputados que posea cada tolda-, que no sé cómo se determinó, pues los diputados no salieron por ninguno de sus partidos de origen, sino por la tarjeta de la Unidad. Por otro lado, tampoco sé cuál es el criterio para ese voto ponderado, pues PJ, que tiene 32 diputados, su voto ponderado vale ocho, pero VP que tiene 17 también vale ocho. ¿Si Primero Justicia tiene casi el doble de diputados porque su voto vale igual que VP e igual que AD y UNT? Tal parece que estos cuatro partidos pretenden seguir manteniendo el control con el aval de uno más, que es lo que necesitan para tomar las decisiones. Hay una serie de situaciones que parten de una incoherencia que hemos venido reclamando a la que hay que ponerle orden. Más allá de que nosotros estemos o no, aunque no queremos estar en ese cogollo, lo que pedimos es estrategia y coherencia.
-¿Cuál es la propuesta de Unidad Visión Venezuela para consolidar esa estrategia opositora más “coherente”?
Un tema tan elemental como la vocería no puede abordarse solo como que ahora los representantes son nuevos. Debe instalarse una sala situacional, mesas de trabajo para evaluar distintos problemas cotidianos como la inseguridad, salud, escasez de alimentos, entre otros. Pero lo más importante es que nuestros gobernadores y alcaldes (de oposición) deben mostrarle al país que gobiernan en unidad y no para sus partidos, como ha venido pasando, pues luego cómo le demostramos al pueblo venezolano que nosotros queremos hacer las cosas diferentes bajo un proyecto de país, el cual no se está cumpliendo. Alguien va a El Hatillo y verá un gobierno distinto al de Chacao, incluso al de Sucre que son del mismo partido (PJ). Eso es parte de la incoherencia que se debe eliminar en aras de que la gente tenga confianza en nuestra propuesta.
Nosotros ganamos (el 6D) con unos votos prestados, en todo este tiempo no los hemos podido capitalizar para la Unidad. Cuando se revisamos las encuestas, 90% de los venezolanos quiere salir del gobierno, pero 65% no cree ni en el PSUV ni en la MUD y eso debe analizarse.
-¿Algo de esa merma política tiene que ver con el inconsecuente diálogo con el Gobierno?
No estamos contra del diálogo, pero este no debe ser político, tiene que ser para resolver los problemas de la gente. Además, aunque es cierto que nosotros (la MUD) invitamos al Vaticano para que intercediera como árbitro, el momento en que decidieron venir era totalmente distinto a cuando hicimos la solicitud. En ese momento lo hicimos precisamente para que se pudiera llevar a cabo el referéndum revocatorio y las elecciones regionales, pero cuando llegó, ya el gobierno había secuestrado la consulta contra Nicolás Maduro y ya no había posibilidad de realizar las elecciones regionales.
Ante esto había que ser claro con el enviado del Vaticano y no sentarse a dialogar, pero además decirle que el gobierno debe dar muestras reales de que quiere entrar por el hilo constitucional. Y era fácil, en aquel momento 88 de los 107 presos políticos no tenían ninguna prueba en su contra y la constitución es clara en su artículo 44 y 49: todo el mundo es inocente hasta que se compruebe lo contrario y debe ser juzgado en libertad. No estamos diciendo que les perdonaran los delitos, pero síguele el caso en el marco de la constitución y las leyes. También (el gobierno) debió aceptar la ayuda humanitaria porque hay una crisis. Todo eso se podía hacer antes de sentarse. El diálogo tiene que existir porque, en un país donde si no te mata el hambre, la inseguridad o la falta de medicinas, tiene que haber un coordinación entre el gobierno nacional, regionales y locales para dar solución a estos problemas. Pero será el Ejecutivo el que tenga que poner mayor esfuerzo de su parte.
-Aun así, la representación opositora manejó con cierta euforia primeros acuerdos suscritos con el oficialismo, los cuales al final no se respetaron ¿Desvirtuaron esas acciones la posibilidad de presionar al Gobierno en la mesa de conversaciones?
El diálogo fue error tras error. Es necesario, pero este ya se estaba efectuando antes que se anunciara de forma oficial –en octubre de 2016–. Previo a ese momento se reunían a escondidas y frente a ese ocultamiento es que surgió la desconfianza de la gente. Además, el acuerdo que se aprobó en esas conversaciones fue hecho a la medida del Gobierno que le sirvió para ganar tiempo y en el lenguaje que le convenía. Así que en Venezuela no había presos políticos, sino personas detenidas, según decía el documento. Incluso la MUD se comprometió, parte de esa incoherencia, a combatir el sabotaje de una guerra económica, cuando sabemos que la única guerra la tiene el Gobierno a través de un modelo económico fracasado, de tantos controles y tomar medidas judiciales contra los empresarios.
Es más, si el Gobierno desempolvara ese acuerdo y liberara por lo menos a los 48 presos políticos que tienen boleta de excarcelación, llama a elecciones de los diputados de Amazonas y acepta una ayuda humanitaria se podría considerar reanudar el diálogo. Pero fueron muchas las cosas que se pudieron haber hecho antes de iniciar esas conversaciones y el país realmente hubiese avanzado. De la manera en la que efectuaron el proceso solo le hicieron el juego al gobierno y sospechosamente son los mismos partidos (opositores) que anunciaron que iban a validar y a darle lo que necesita el gobierno que es más tiempo. Eso da mucho que hablar.
-¿A qué se refiere?
Es que es parte de la falta de coherencia. Por ejemplo, voceros de Voluntad Popular pidieron explicaciones sobre de dónde había sacado dinero el vicepresidente Tareck El Aissami para pagar un anuncio de 150 mil dólares en The New York Times, y yo pregunto: ¿De dónde sacaron ellos medio millón de dólares para su validación o de dónde lo hizo Avanzada Progresista cuando se supone que estamos en crisis? Si se pide rendir cuentas al Gobierno, los partidos opositores también deben hacerlo. «Lo que es bueno para el pavo, también es bueno para la pava». Entre lo que se dice y hace debe haber congruencia.
-Bajo las actuales circunstancias ¿UVV ha considerado separarse de la MUD hacia una nueva alternativa opositora?
La Unidad se requiere, pero sin exclusión porque nadie sobra, todos hacemos falta. Ahora, que tengamos que cambiar la conducción política es otro tema, pero incluso con la actual dirección hacen falta también esos actores. Por eso decimos que nuestra visión es la unidad y Venezuela, y en base a hace seguiremos trabajando para unificar al país.