A Eveling y a Juan Pablo
Amada Eveling, querido Juan Pablo, con Copia a la MUD, y abono al distinguido Dr. RGA. Quizá sea bueno establecer que entre el verbo amar y querer hay profundas distancias. La cortesía de querer es máxima, la usamos para alagar, fingir, para manipular, hasta para engañar, por esa razón no la usa Dios, que sencillamente ama. Sería infame escuchar de Dios, te quiero, aunque agregara, te quiero mucho. Pero, también querer es una montaña de bondad posible que aun no se termina de ascender. Una vez, casi en un barranco, alguien estiró su mano y me dijo, ásate ella, no te caerás, te quiero. Pero en tu caso, Juan Pablo, sabes que ese mi querer suena a historia, reconocerte tu solidaridad conmigo, tu abnegación y tu entrega por cuanto crees. Cerca de mí, sin pedir nada sino dando cuanto te era propio, al regalarme el consejo para ser prudente, en ese periodo de mi vida cuando empañé la labor de la Dra. Aniyar, quien, quizá en el único error de su vida, me designó secretario de cultura de su gobierno. Y anota esto, por favor, ni siquiera esa magna dama, sabia y todo, pudo zafarse de asumirse como la dueña del gobierno. Posesos son del poder. Y esta es una enfermedad que o bien limita en exceso la vida del político o bien lo toca para hacerse autócrata. Libre está la doctora de este segundo caso. Hoy me horrorizo de mi audacia, la propia que suele distinguirnos a los ignorantes. Mas, me alegro de seguir siendo cada vez mas ignorante. De ese período sean de ella los aciertos y yo sigo divirtiéndome, quizá gozando con mis errores, hoy, tal vez aún más audaces. Sea pues mejor dicho, querido amigo y sabes, la amistad es más alto valor en mi escala que, si bien no es mucha ni buena, cree que amor y razón son las fuentes de la verdad y la fe que nutren la amistad. Faltaba, pues, el sustantivo necesario al adjetivo. A Usted, Doña Eveling debo inmensa gratitud, respeto y reconociendo. Su ayuda ha sido necesaria para que obras fundamentales en el arte, y en especial, programas como el de mi hijo Simón, hayan podido consolidarse. Reconocimiento a su señor marido, igualmente. Y no es un asunto de machismo usar ese verbo, amar, ni menos un irrespeto a usted, a su familia, galantería, temeridad de viejo verde o cosas así, sino que pesa una manera en mí de comprender el mundo. En el caso del querer, uno tiene como mas tiempo para exigir, en el caso de amar, uno ama y ya. Pero en usted, además de ese modo mío de ser, de vivir y desvivir, su conducta, su legítima audacia, su constancia, su cuido a los suyos y la mano rendida a los amigos, me impusieron usar el verbo amar. Y a Usted, don Guillermo, copia de esta nota, es porque creo que en la MUD, la mayor responsabilidad es asumir el debate de la cualidad de la democracia, por tanto de llenarla de historia y, a partir de ella, del hecho concreto, sacarla del mito, de esa dogmática estupidez de considerarla como un valor absoluto, ajeno al hombre, por encima del hombre, inmutable, inmaculada. Usar como, ni siquiera como variable, sino como principio, el voto, para medir la democracia, la participación, y algunas otras de esas palabrejas que ayudan a confundir más que a resolver, a obscurecer más que aclarar, etc. Estos atributos inalienables, así asumidos, son la negación más absoluta de la creación, del desarrollo, del crecimiento y de la libertad y la felicidad del hombre. No menos falaz, miserable, incluso, otro dogma vil, Don Guillermo, es asociarla e identificarla como orgánico-constitutiva, indisoluble al capitalismo. Esta grotesca manipulación y peor maniobra no soporta un mínimo de contrastación, de revisión. Bastaría recordar que el modelo ateniense de democracia, para mi muy bueno, lejos está del capitalismo, sea cualquiera su forma, pues, éste, como se sabe, ha podido afianzarse en regímenes como los de Hitler, Mussolini y. hasta, así se vendía a Pinochet, como el responsable del desarrollo de Chile. Esta identificación, democracia=capitalismo, es una de las falacias de mayor mala intención posible, mucha mas cercana al anticomunismo enfermizo que a la verdad histórica. Bastaría estos ejemplos, como es bueno saber que monstruosidades de la Inquisición no fueron menos perversas que las del stalinismo, o el nazismo, lo fueron más, solo que, como dicen, la Historia es la historia del poder y este crea una pseudo ética para su justificación.
No me decepciona pensar que no me respondan. Eso es lo normal dentro de la anormalidad, tal como se hace en nuestro medio, Realpolitik, en lugar de política. Y ello tiene relación con la comodidad del líder de no asumir respuesta alguna, y de ese modo se zafa del compromiso o de la evaluación. Escribo por el placer de ver correr mis dedos en el teclado y por asumir la responsabilidad de tocar mi guitarra, para verla sonar y, a veces, escucharme en ella. Tal la intimidad de la música, obvio, rompemos el silencio que nos agobia y que si bien en él podemos escondernos, ese escondite nada dura y si se logra permanecer un rato más, siempre genera la nostalgia, la tristura, no haber gritado a tiempo. Al final dejaré mis teléfonos, no para mucho, sino para que, al menos, me digan que vieron mi texto y otra vez, que lograré zafarme del siniestro engaño que pone vivos a los muertos y muertos a los vivos, las ausencias a las presencias, en fin, ese acto de mentir que desde la niñez se va contrayendo porque creemos que mintiendo se oculta la verdad. Y solemos temer a la verdad. O lo que es lo mismo, que la verdad atenta contra uno. Cuantas veces oímos por error, díganle que no estoy. Que en el baño, que anda de viaje, que no ha llegado, y mas otras tonterías. Y, así, hacemos cómplices al repetidor y es que, en el fondo, siempre necesitamos cómplices. Naturalmente hay otro grave error en eso implícito, tal es creer que quien miente por nosotros es idiota, porque siempre obedece; pero, no, nada de eso. Consciente o inconscientemente empieza ejercer el chantaje para cobrar al mentiroso. Me hiciste mentir, págame por eso. En dinero, en especies, da lo mismo. Y lo más grave, el propio manipulador queda en manos del manipulado, lo hace cómplice por encubrimiento. Miente ahora por mí, es la recompensa. Este detalle “intimo” se multiplica en la realidad política y, en general, del poder. Y, es peor porque se convierte en el acto cotidiano de la Realpolitik: la mentira se hace centro del poder para el engaño al otro y, lo peor, para el autoengaño del mentiroso. Empero, las falacias son medios eficaces para engañar largo tiempo pero ni todo el tiempo ni a todos, en consecuencia, la verdad crece sobre la mala hierba, brota el agua de las piedras, aun sin el báculo de Moisés.
Pues bien, Sra. Eveling, Juan, yo, qué quiero de ustedes. Decirles lo que arriba entre líneas queda dicho; pero algo mas. Toca a ustedes y a quien de ustedes gane la alcaldía, lo cual me parece mas que obvio, necesario, hacer lo que no hace Chávez y que otros como él antes hicieron sobre cuyos hombros recae la mas alta responsabilidad del caos trágico que hoy vivimos todos. Si hubiese sido y sea el fracaso de Chávez, si hubiese sido y fuese el fracaso de AD, Copei, Fedecámaras, la Iglesia, las universidades de aquella era, fracaso exclusivo de ellos, pues, estaríamos muy mal, pero no en el infierno y lo malo, lo abominable es que allí está la inmensa mayoría de los inocentes y el Edén resguarda a los detentores del poder de ayer de hoy. Eso lo saben usted dos muy bien y creo que Don Guillermo, mucho mejor. Hasta yo, en mi paquidérmica ignorancia lo se. A mi me tratan hoy como ayer me trataron. Y entonces, si quieren que la Alcaldía sirva, debe ser el espejo de lo que se debe hacer y tiene que hacerse en el país todo, tanto mas fácil porque ya sabemos qué no se debe hacer. Ni lo que hicieron los adecos, los copeyecos, sus secuaces, de la “vieja escuela” ni el autoritarismo concentrado, ni el exclusionismo de Chávez, ni las aberraciones de su lenguaje, cultor y cultivador del odio, desvergüenza en el mentir sistemático, ni la corrupción ilímite y menos la pseudo moral para amparar cómplices. Por tanto, Un proyecto-Programa, que tenga en la ciencia, en el arte las fuentes, orientada su acción por la ética. Y la ética no acepta relativizaciones. Los problemas de esta ciudad no tienen salida sin las respuestas científicas y tecnológicas necesarias, sin el arte imprescindible en la constitución de lo humano. Sin ciencia no sabremos nunca qué hacemos en el mundo, sin arte no sabemos nunca qué somos en el mundo.
El segundo punto de mi “petitorio” tiene que ver con la burocracia técnica (Weber) que debe sustentar la administración y decisiones técnicas y ejecuciones, trabajos reales de la alcaldía. Ha de ser gente muy bien formada, que sepan de eso, que sean expertos con alta idoneidad. Esto es fundamental. Que la capacidad y la moral se impongan al militante sumiso, cómplice, del partido, del poder, pues sus acciones son siempre las del esclavo. Lo que diga y guste al amo. Tienen que ser funcionarios que tengan la capacidad y autoridad suficiente, que si bien sean leales a sus jefes, pero con la capacidad critica suficiente para evitar los normales desaciertos de los jeques. Su soberbia, el peor de sus males, normalmente. El problema de la basura, sea ese ejemplo, no se resuelve con recogerla, ni con enseñar a los chamos a limpiarse bien y a tirar lo papeles a su correspondiente cesta. No se resuelve el problema del tránsito en la ciudad sustituyendo toda esa chatarra que sirve de por puestos, o esa agresión desproporcionada de los buses. No, nada de eso. Bueno algo ayudaría. Sí, en cambio, con respuestas muy bien fundamentadas y con orientación estético-ética, los tranvías, por ejemplo, una alternativa. No se haya las respuestas adecuadas en salud, si esa área, como todas, no está en manos sabias, expertas, idóneas, libres. Pero digo mas, no se hará nada, si no se tiene un proyecto de ciudad, y perdónenme el atrevimiento desde mi lugar de derrotado de siempre, ninguna ciudad existe si no fue o es o será un proyecto estético, artístico. Ninguna. La fealdad es directamente proporcional a la criminalidad. Y esta ciudad, lo mas bello de ella está vinculado al arte y la ciencia. La hace ser ella. Su música, su pintura, su literatura. Su ciencia. La creatividad de sus empresarios. En fin…
Esas funciones técnicas, son funciones que demandan elevado conocimiento científico y una idoneidad a toda prueba, y bien pueden ser desempeñadas por gente de partidos, independientes, hasta por favoritos; pero hasta ahí llego. Sometan a concurso de oposición rigurosa, abierta, para el desempeño de esas funciones claves para la vida de la ciudad. Para la vida. De nos ser así, seguiremos siendo lo que ha sido nuestra historia y las más reciente, peor. Pero quiero agregar una nota más: por favor, no persigan a quienes disientan o critiquen. Eso hizo Betancourt contra Paz Galarraga, Ramos Jiménez, Prieto Figueroa y contra los comunistas. Dijo “adeco es adeco hasta que se muera” y se creyó Sócrates. Caldera es un monumento a la prepotencia, a la autocracia. A la autosuficiencia. Y vean los resultados, el más eficiente, Hugo Rafael Chávez Frías que es una muy buena simbiosis de Betancourt, Caldera, pero mas ignorante y no se si más soberbio. Por piedad no repitan eso.
Finalmente algo de mi y para mi que pido a ustedes. Quiero jurarles que mis hijos, mis familiares más cercanos, mis amigos, nada tiene que ver con lo que yo hago y piense y diga. Soy yo. Entonces, por piedad, misericordia, incluso, no cobren a ninguno de los míos mis impertinencias, mis desaciertos, mi conducta, mis atrevimientos… Eso me pasó con los adecos y copeyecos. También me ha pasado con los chavecos y hasta con otros que dicen renegar de ellos, pero su ser es como aquellos. Soy yo y únicamente yo responsable de mis decires, actuares y hechos