Algo huele mal en la Iglesia
A Mrs. Moronta y a Porras. A los Padres Vidal y Palmar
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Inmensas dificultades pesan sobre la Iglesia Católica Romana. La pederastia, la pedofilia, el incesto, están entre las demandas que, de una u otra forma la afectan severamente, dada su cautela para abordarlos y sus respuestas pálidas, hechos que en algunas situaciones alcanzan dimensiones de gravedad, tal como los Estados Unidos y algunos países europeos. Otros aun de mayores dificultades tienen raíces mas profundas y, por tanto, su solución es más compleja. Sean algunos ejemplos, la democratización para la selección de sus autoridades, cualesquiera de sus niveles y, desde luego, no con criterios políticos, en el sentido del ejercicio de la democracia representativa, sino mas complejo, en la posibilidad de participación en la orientación y toma de decisiones de la Iglesia, de modo que las responsabilidades asumidas por al Institución sean, cuando menos, consensuados y no imposiciones.
Asumir con inmensa responsabilidad la situación de la mujer, de forma que ella pueda no sólo ordenase como sacerdote sino también ocupar todas las posiciones que, hasta ahora, salvo los momentos críticos, han sido exclusivas de los hombres. Los problemas ecuménicos, que con Juan XXIII fueron tratados con singular tino no recibieron la continuidad necesaria y en algunos casos negaciones y ocultamientos; la restitución del matrimonio a los sacerdotes, el interrogarse sobre la homosexualidad y dar las respuestas pertinentes al complejo universo de esas exigencias, la comunión de concubinas, divorciadas, la disolución del matrimonio eclesiástico, por condiciones menos desgarradoras o trágicas, o problemas teológicos y de la dogmática de mayor monta, tal como la resurrección, probablemente el más trascendental atractivo religioso que conserva la Iglesia y que reclama respuestas francamente éticas, pues la resurrección no se puede continuar manipulando como el volver a ser uno quien era antes de su muerte, y menos los probables reencuentros con quien ayer estuvimos unidos, marido, esposas, amante, o quienes fueron nuestros familiares antes idos.
Tal vez uno de los problemas de mayor obscuridad se centre en la Redención de la humanidad, no la de un pueblo escogido, no la de los pobres, no de los que padecen persecuciones, no de los que sufren, pasan hambre, y en consecuencia, un Cristo parcializado y vengador por la justicia, la humana, desde luego, especie de Robín Hood del folklore inglés, un Zorro a los Disney, sino, en fin, vino a salvar a toda la humanidad sin distingo de razas, credos, posiciones, oficios, sexos, etc. Tema vital que de ser tratado con la equidad, la racionalidad teológica que con urgencia se requiere evitaría, por un lado, el populismo, tanto el clerical como el político, ese que supone que la salvación del pobre es la misión de Cristo, pero, por el otro, corregiría las desviaciones mesiánicas, las aberraciones en la manipulación de la fe, de quienes se erigen como mesías. Si esto fuese poco, que mucho es, evitaría que en nombre de Cristo se sustente la lucha de clases, como odio al rico y se legitime la venganza, porque si acabo con el rico, le quito lo que tiene, me hago dueño de lo que él se había apropiado. Sea el caso bien evidente, Chávez.
No puedo dejar fuera que la lucha de Cristo por al justicia, la equidad, la atención a las mas desposeídos y mas débiles tiene evidente sustentación evangélica, pero, del mimo modo la tiene la misma protección que se brinda, en aras de la Salvación, la Redención, al pecador, sea la prostituta, sea el ladrón, o puede Jesús hospedarse cómodamente en casa del rico cuyas puertas se abren por el amor, la idoneidad, la bondad, la responsabilidad social (diríase hoy!). Del mismo modo es imprescindible señalar que en esa dirección de salvarnos en la tierra, “adelantarnos el paraíso” a quienes más reclaman de la ayuda de Dios, pero de sí mismos muchas mas, deben inscribirse inmensos esfuerzos como el de la III Conferencia General de Obispos… Puebla, cuyas conclusiones y recomendaciones recogidas en texto, sin duda, son un referente histórico, POLITICO, de la más alta dignidad y validez humana, pero que, a mi juicio, ahí quedó o al menos se ha sido ineficaz en bajar de la idea a la praxis.
No son estos todos los problemas de la Iglesia actual y no menos importantes son otros, como el decrecimiento de feligreses en los países altamente desarrollados, el crecimiento del Islam, el creciente desarrollo de los credos cristiano no católicos en Venezuela, etc. Pero, la cuestión se complica cuando nos asomamos a la Iglesia y las relaciones de poder y con el Poder. Aquí el conflicto es el más agudo de todos, pues en él se concreta toda la teología, toda la moral cristiana, el derecho canónigo. En efecto, desde la Conversión de Constantino, hasta la Revolución Industrial, la Revolución Copernicana, la Ilustración y la Revolución Francesa, la Iglesia de Roma tenía el poder político, religioso, ideológico de toda Europa. Tenía los más indignantes y anticristianos métodos para deshacerse de los herejes, la Inquisición sea el mayor ejemplo, que en cierto grado y por complicidad con el poder, lo mantuvo con el Opus Dei de Franco. Estos procesos reclamaron cambios que aun esperan tanto más cuanto que la revolución científico técnica de estos días, necesariamente, la ombligarán a revisar algunas sentencias, valoraciones de la doctrina y aun de la dogmática. Ha habido inmensos esfuerzos por actualizarse y hacer de su discurso algo más que una misa, con el mal signo de haber sido pronunciamientos post factum, el Manifiesto Comunista se les adelantó y casi toda su doctrina social de la Iglesia, pues, en el fondo, es una reacción en contra de las políticas socialistas, comunistas. Hoy constatamos avances como el permitir el uso del condón, lo cual debe verse en sus más elevadas proporciones. No es solo evitar situaciones como las del SIDA, sino más, es asumir que en determinadas condiciones el control de la natalidad es necesario y es mucho mas, es asumir el derecho humano a hacer de la actividad sexual un acto legítimo de placer. Reconocer el placer. Habrá tiempo en otro momento para ampliar esta conquista y otras que van aparejadas, pero hoy, siento la necesidad de tocar a La Iglesia y el caso Chávez, de manera muy sencilla, pero con la mayor claridad y pruebas.
Chávez ha logrado horadar a la Iglesia. Sacerdotes y obispos chavistas, sacerdotes antichavistas y obispos antichavistas. Cristianos auténticos? La teología ha sido sustituida por el discurso amorfamente político, para los primeros, el socialismo tiene sus fuentes en Cristo, para los segundos, la democracia es consubstancial al cristianismo, sin detenerse determinar la cualidad misma de la democracia, hoy severamente cuestionada en el mundo, por problemas de ética, de equidad, de participación. Pero, se ha ido mucho mas lejos, la sustentación en ambos casos es francamente trivial, ajena a la reflexión cristológica, ajena a la propia teoría política y sociologías contemporáneas. El democratísimo de los antichavistas es el mismo y grotesco anticomunismo que asumió la Iglesia el pasado siglo, mas cerca de la Inquisición que de la historia, de la razón. Más cerca de Pio IX y muy lejos de Juan XXIII. Mientras los curas y obispos chavistas no sólo profanan a Cristo, sino que de la manera mas torpe lo usan para cubrir sus inmensas debilidades intelectuales, y mas, se apoyan en Chávez para enfrentar de la manera mas descarada pero muy grotesca, no exagero, al chavista modo, a la jerarquía local, obispos, arzobispos, y a la curia en general y detrás de eso, sin decirlo pero de modo fácilmente legible, un enfrentamiento al papa. Algunos no han tenido ni siquiera el mínimo rigor para condenar de Israel sus desaciertos políticos con argumentos sólidos, de modo que Israel asumiría, con respecto a Palestina, la misma conducta que los nazis tuvieron en su contra. Se trueca el Holocausto Judío por el holocausto palestino. A los mercaderes del templo, se les sustituye por mercal.
Esta inmensa crisis axiológico, teológica, cristológica, entre otras de sus expresiones, ha derramado el baso a la ética general y a la moral cristiana en especial. La Virgen María, dijo orondo y sabiondo un cura chavista, es cualquier guajira, y obviamente todo entra en ese pocillo al que aun le cabe mucho de populismo religioso, si hacemos a María, anuncian, nuestra maría, la teología y la propia iglesia cambian su sentido. Desde luego que no se trata de situaciones como las diversas invocaciones marianas, sino que en este caso, es una especie de sustitución de la historia y el reemplazo por una banalización que no deja lugar para dar a la fe la consciencia necesaria para mantenerla, y mas aun para poder difundir con cualidad teológica e histórica la doctrina misma de la Iglesia. Por esa vía se va sustituyendo a Cristo en su función de redentor, de Mesías, y con la aceptación de la santería, el Vudú, los espíritus de los llanos, se llegará a sustituir a San José por Guacaipuro, María será sustituida por María Lionza, y así se sigue. Todo ello con el silencio cómplice de la Iglesia democrática, tal vimos supra y el coro triunfante de los curas, obispos chavistas.
Pero, donde el silencio se convertiría en el mas perverso y aberrante cómplice ha sido la absoluta impundiad con la cual la iglesia democrática (siempre ver supra) se ha tragado el viaje de Chávez para pagar en la Grita su promesa a su Cristo. SU CRISTO. Cuanto allí ocurrió, sin más detalles es una profanación a la esencia y al valor de Cristo. Confieso que me asquean los detalles, pero Moronta deberá alguna vez, cuando menos explicar su conducta que no puede encubrir refugiándose en la bondad de Cristo y su papel Redentor. No, no es posible, porque no se trata de un pecador que clama ante Dios perdón, misericordia, sino un manipulador que pone al propio Dios a su servicio. A la Iglesia como su fuerza armada. Y el colmo, el decreto de Chávez, hacer día de júbilo nacional natalicio de JGH. Aquí el tío se erige Papa y grita, “estoy curado, soy un testimonio del milagro de JGH al sanarme del cáncer”. Y, no podía faltar, hará en Isnotù un Gran santuario para JG. Lo demás es fácil, lo canonizará, ese es el paso próximo del supremo. Será el triunfo del socialismo a la Chávez, y la derrota del Imperialismo de Roma.
El punto es por qué no se pone freno a esta conducta que en lo axiológico, en lo teológico, en lo cristológico, en lo mariano, la escatología católica institucional es contraria a todos esos principios, dogmas del cristianismo? Miedo al poder, miedo a su historia?. Miedo a verse desnuda e impotente? U otros miedos?. El miedo al otro es miedo de sí mismo, es miedo de asumir responsabilidades y los riesgos que implica el sustentarlas. Es el miedo de quién no está libre de pecado y no puede lanzar la primera piedra. No es el tiempo de Pedro que por miedo negó a Cristo en aquel tiempo, es el tiempo de Pablo y de Juan XXIII. Es también nuestro tiempo, silenciar estos hechos es complicidad y ay! si se está esperando que Chávez no esté mas en Miraflores para tomar las medidas que competen al caso, sería el triunfo de la infamia sobre la verdad. De Satán sobre Cristo.
NB. No anima a mi alma y a mis modestos conocimientos el reconocer expresiones de religiones o cultos, lejos por el contrario; empero, me parece que guardar silencio cuando se manipulan, se utilizan con fines ajenos a principios éticos, morales, teológicos, como es el caso, deliberadamente calculados para apoyar el autoritarismo de Chávez, el silencio se convierte en la mas miserable y vil de la complicidades. Y la tal Prudencia, esa de lavar las ropas sucias en casa, tiene la maldición (sentido bíblico de esta palabra) de ensuciar groseramente a sus vecinos, con sus aguas putrefactas.