Chanel lanzó cohete espacial en medio de la pasarela parisina
Chanel puso el broche a la Semana de la Moda de París con una puesta en escena digna de una película futurista: una gigantesca lanzadera espacial ocupó el centro de la pasarela bajo la cúpula de cristal del Grand Palais, rodeada por la propuesta galáctica y juvenil de Karl Lagerfeld.
Unos diseños galácticos pero también delicados que estuvieron de acuerdo con la decoración, con trajes de tweed que fueron adaptados a un público más joven mediante siluetas fluidas, con combinaciones de jerséis de lana y faldas plisadas por debajo de la rodilla, monos con pantalón de pata de elefante, y trajes de chaqueta con bermudas.
Los pantalones se llevaron así por debajo de los vestidos, incluso en las opciones de noche, como en un sencillo modelo negro, decorado con cristales en el hombro, sobre bermudas, también con brillantes, que lució la modelo Bella Hadid.
El rey del la pasarela
El hilo de la colección, ese toque entre futurista y deportivo, lo pusieron los materiales metalizados, cargados de brillantes, purpurina e hilos plateados incluso en las propuestas en tweed o sobre estampados más clásicos como el tartán y la pata de gallo.
El blanco fue el rey absoluto de la pasarela en largas gabardinas de estilo militar, chaquetas y abrigos babydoll, pues el futurismo de la colección tuvo sin embargo un guiño a los años 60.
Destacaron también los looks urbanos con camisetas cortas y pantalones anchos junto a accesorios y collares de cadenas ultra cargados, una nota un poco rapera por parte de Lagerfeld.
La inspiración retro se notó además en el cabello cardado de las modelos que iba acompañado con una diadema de cristales incrustados sobre una cinta de lana, a modo de calentador, y también en el maquillaje, que con una línea negra en mitad del párpado imitaba el mítico delineador efecto ojos de gato que se popularizó en aquella década.
Accesorios
Una colección que brilló además por una gran variedad de accesorios: los bolsos acolchados aparecieron en todas las formas y colores, blanco, negro, gris, rosa… como si fueran bolsas de gimnasio o versiones mini con cadena en bandolera.
En los zapatos, las botas de caña plateadas con purpurina y con la puntera en negro acapararon todas las miradas junto a una especie de manta acolchada que Lagerfeld colocó sobre las modelos, casi a modo de velo.
Las top y el front row
Un espectáculo en toda regla que culminó con el despegue del cohete y en el que no faltaron las top del momento: Kendall Jenner o Gigi Hadid, mientras que Cara Delevingne y la actual musa de la casa, Lily-Rose Depp, fueron las protagonistas de la primera fila de los espectadores.
Si las modelos fueron las superheroínas de la galaxia, Lagerfeld hizo desfilar también a hombres que, a modo de guardianes del espacio, vistieron básicos en blanco y abrigos en color crema con maxigafas efecto espejo.
Uno de los modelos fue Brad Kroening pero también su hijo de 6 años, Hudson, ahijado del diseñador, que salió con este a saludar al cierre de la pasarela.
El mítico alemán Lagerfeld en otras ocasiones ya había transformado el histórico Grand Palais en un supermercado o un aeropuerto.
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