La FAN ante el país
La Fuerza Armada Nacional (FAN), por boca de sus más altos voceros, se ha definido como “chavista”. En un comunicado, del 6 de enero del presente año, ratifica “el insoslayable compromiso de defender a toda costa los logros de la Revolución Bolivariana en beneficio de nuestra amada nación”, y termina con los conocidos slogans “Chávez vive”, “Independencia y patria socialista”, “Viviremos y venceremos”. Al leer eso, en vez de un comunicado de la FAN, pareciera que estamos ante un panfleto del PSUV.
Se pisotea de esa manera el artículo 328 de la Constitución que expresamente dispone que la FAN, “en el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”. Es oportuno recordar que Andrés Eloy Blanco, pocos días después del derrocamiento del Presidente Gallegos, escribió que el Ejército debe ser “la guardia armada de la Constitución” y “la zarza ardiente atravesada en el camino de los usurpadores”. Lo que dijo el poeta, que además como abogado conocía muy bien el Derecho Constitucional, tampoco valió nada para quienes creen que “el poder nace del fusil” (Mao Tse Tung) y es en el fusil donde se apoyan para prolongar la sobrevivencia del régimen.
La oposición democrática no está pidiendo que la FAN dé un golpe de Estado, sino que honre y simplemente presione el cumplimiento de nuestro Texto Fundamental, lejos del riesgo de la advertencia de Manuel Caballeros de que aparezcan “aspirantes a César ansiosos de encontrar un Rubicón para cruzarlo”. Eso fue lo que se solicitó en el Acuerdo de la Asamblea Nacional (AN), aprobado el 23 de octubre del año pasado, cuando en uno de sus “considerandos” decía que “la Fuerza Armada Nacional tiene el deber de respetar y defender la Constitución, en lugar de subordinarse a una parcialidad política y que la obediencia debida no los exime de responsabilidad por la violación de los derechos humanos”.
La FAN se ha constituido para garantizar la soberanía nacional y la integridad de nuestro territorio, no para convalidar las acciones gubernamentales al margen de la ley, ni para apadrinar el desconocimiento de la AN, ni para disparar con sus armas contra el pueblo que participa en manifestaciones, ni para sustituir a civiles en responsabilidades de la Administración Pública, ni para cerrar los ojos ante la entrega colonial que hay frente a Cuba.
No se invita a un golpe de Estado si se plantea que hay que respetar el Estado de Derecho.