Carta a Nicolás
Mi no muy estimado Nicolás, no tanto por lo que representas sino por lo que no representas. Apreciarte sería avalar la usurpación, el delito, el fraude
Mi no muy estimado Nicolás, ¿cómo podría hacerlo?, no tanto por lo que representas sino por lo que no representas.
Apreciarte sería avalar la usurpación, el delito, el fraude. Un gobierno serio, responsable, democrático mañana podría juzgarme, si estableciera algún vínculo entre tu írrito e ilegítimo ejercicio de la presidencia y quien te escribe.
No me resulta saludable relacionarme con pandillas delictivas, de forajidos y canallas que han hecho de la traición, el saqueo y la mentira la esencia de su poder. Pero pon cuidado, deberías oírme, es mas útil escuchar a quien no te quiere que a esos amigotes que te rodean y medran a tu alrededor.
Recuerda Nicolás, en la historia -sabemos que tu fuerte es la geografía- el Coronel Galindo le hizo la defensa a Manuel Piar en 1817 por decisión del héroe siendo su peor enemigo y toda la historiografía coincide en que su papel fue brillante, es cierto que no pudo salvarlo de la condena, a ti nada de lo que se te diga con sensatez, me temo que tampoco. Pero Nicolás, si quieres luchar contra la corrupción como has prometido, no camines mucho, con mirar al lado de tu lecho podría ser un magnífico comienzo.
Pocos han olvidado que quien te acompaña se cansó de atropellar los derechos de los trabajadores en la AN despidiendo mujeres embarazadas y estando vigente la inamovilidad laboral, para colocar allí en una acción de «socialismo autogestionario» la saga infinita de sus familiares. En cuanto a que te quieren inocular veneno, por favor Nico, está bien que con tu bigote te des un aire a Hitler pero tampoco es bueno para tu imagen que te pongas a ladrar como su pastor alemán.
No culpes a tus inventados «usurpahicidas» de lo que ya te habían inyectado tus amigos cubanos cuando te escapabas a la isla, abandonando tus obligaciones en el Metro para entrenarte en todas las recetas que hundieron su economía, amordazaron la libertad de sus ciudadanos y humillaron la dignidad de su pueblo. Convéncete Nicolás, aquí la única conspiración es el modelo ruinoso que heredaste de tu rey autoritario.
El hecho crucial es que quienes te desean tumbar y te suene a herejía, es el legado del propio difunto y los que se aferran a reunirle devoción a los parámetros de una economía que no produce y que no lo hará nunca si no da un viraje radical que desamarre los excesivos controles, incentive la competencia de los agentes productivos, se liquide el concepto del Edo empresario y vaya en camino a una conciliación política tan necesaria como impostergable.
Merentes está bien. ¿Pero qué hace allí Giordani y ahora Samán, otro esbirro con cachiporra y pistola intoxicado de los libretos soviéticos? Nicolás, comprende, se acabaron los precios altos del petróleo y asúmelo de una vez, Chávez murió y no está para amortiguar el paquete atómico que te dejó.
Tienes hasta en tus manos legitimar en algo tu gobierno usurpador pero solamente si estás dispuesto a soportar el inmenso costo político de un giro que monte en la cuneta el radicalismo criminal de los que te puyan y conspiran contra ti y algo más grave, contra nuestro pueblo.
Saca al ejército de las calles, no es así, en mayo hubo 430 asesinatos en CCS. Finalmente Nico, ¿de qué desarme hablas? Mandaste tus bandas a golpear a los profesores y estudiantes que legalmente exigen salarios justos. ¿Con terrorismo de Edo cuánto tiempo crees puede sobrevivir un gobierno de cartón? Avíspate y cambia. No tienes otra.