José Vivenes: La pintura de lo simbólico…..
“La pintura puede ser para los iletrados lo mismo que la escritura para los que saben leer.»
Papa Gregorio El Grande (540-604)
“La pintura siempre ha sido un registro de la época de su creador, por eso creo metáforas y crónicas visuales para que una forma cree más significados sobre lo que me preocupa que, en este caso, es el desgaste de lo simbólico»(José Vivenes). (1)
El expresionismo de José Vivenes se afirma como herramienta estética, y simbólica, como eco de la sociedad, en personajes paradójicos que brotan entre nostálgicas pinceladas a través del recurso de la ropa como cascaron del ser. Cada lienzo de la serie “Basta de Falsos Héroes” evidencia rastros del proceso creativo en manchas y trazos que revelan algunos de los secretos de este oficio intimista. A través de este lenguaje visual se busca recuperar la fuerza arquetipal y trasgresora de lo simbólico, como es el arquetipo de Bolívar desgastado por el uso monetario, su avasallante presencia en los espacios públicos y el proselitismo hecho por el Socialismo del siglo XXI.
El joven artista nacido en Maturín buscar recuperar el impacto emocional y simbólico de estas imágenes, tal como ocurre con sus objetos humanizados, ecos de la fragilidad y del devenir, entre amarres de tela y patinas oceánicas. Oscila este discurso visual, por tanto, entre la vanguardia expresionista y lo conceptual, como se observa en el uso del objeto encontrado, tal como lo hacen las tendencias derivadas del ready made (1913). Pero a su vez tiene como referencia la historia plástica de Venezuela, como son los objetos creados por Reverón (1889-1954), en el Castillete de Macuto; e indaga acuciosamente en la pintura de Arturo Michelena (1863-1898). Y asume algunos de los rasgos del pintor valenciano, como es el rol que desempeña el ropaje en cuadros como “Miranda en la Barraca”, (1896), potenciando este elemento hasta aislarlo y convertirlo en una herramienta simbólica y estética de su lenguaje personal. A su vez se nutre de la figuración de los sesenta y los ochenta representada en artistas como Jacobo Borges (1931) y Pedro León Zapata (1929-2015). Se está por tanto ante una muestra pictórica que se recrea y enriquece a sí misma a través de investigar, recrear y afirmar los logros de la historia del arte.
Para Vivenes es fundamental el concreto histórico. La serie “Basta de Falsos Héroes” está vinculada a un proceso que nace de un atávico retorno al culto del héroe independentista, al militarismo y al socialismo mesiánico que degrada la función simbólica de Bolívar, a través de la manipulación ideológica. Es un discurso visual que se compromete con la realidad y se transforma en una posible respuesta a las incertidumbres que plantea. El artista asume la búsqueda estética con rigurosidad y disciplina a través de la experimentación y del trabajo de taller, tal como se evidencia en estos cuadros, collages, dibujos y bocetos. La inquietud por la comprensión y crítica del abismo socio- económico en que se debate Venezuela, es una motivación del artista que se encuentra presente en su obra desde principios del 2000, como se evidencia en el objeto ensamblado Prócer (de los mutilados), 2005, que recrea un busto heroico, donde, se materializa el arquetipo independentista que incorporará a su propuesta.
Una muestra del proceso investigativo y creativo que da nacimiento a esta obra, es el estudio y la indagación que hace el artista de la iconografía del Libertador, que tiene como referencia fundamental los aportes de Alfredo Boulton en su libro “El Rostro de Bolívar” (1982) ejemplar que el artista interviene y dibuja anotando en sus páginas bocetos y reflexiones. Incluso reescribe el título y de manera irónica estampa su nombre en la portada.
La figuración de seres antropomorfos y animalizados de Vivenes están vinculados a la figuración del Bosco (1450-1515), en pinturas como el tríptico del Jardín de las Delicias (1485-1505), donde los principios religiosos y moralizantes del pintor se recrean en personajes y seres fantásticos, que fusionan e intercambian lo humano con partes de insectos para enfatizar la dimensión ética y simbólica. Afirmando de manera inequívoca como el héroe movido por el militarismo lleva a la sociedad al caos, y da nacimiento a sociedades y economías cerradas, que niega los valores de la democracia y del liberalismo y corrompe la sociedad tal como se evidencia en la animalización y fusión de reinos de sus personajes. Pues el retrato de un héroe independista junto a una nube de moscas, tal como dibuja en uno de sus diarios es una metáfora del trágico proceso histórico que ha llevado a Venezuela a la actual crisis.
“La pintura siempre ha sido un registro de la época de su creador, por eso yo creo metáforas y crónicas visuales para que una forma cree más significados sobre lo que me preocupa que, en este caso, es el desgaste de lo simbólico» (2).
La presencia del lenguaje visual de Francisco Goya (1746-1828) se revela determinante en la sintaxis plástica de Vivenes, al asumirse como cronista de una época con una mirada crítica y satírica, tal como se percibe en los 80 grabados de los Caprichos (1799). Recrea así el joven, elementos del artista español, tanto de estampas como de obras paradigmáticas de la historia del arte, como es el caso del cuadro 3 de Mayo en Madrid (1814). Estas búsquedas se revelan en los diarios del artista donde la forma responde a sus motivaciones libremente, y crea de manera espontánea los contenidos que comunica. Este proceso se observa en diversos bocetos, como en el que dibuja a un líder político con cabeza de burro, en un anfiteatro en alusión al congreso de la república, cuando era dominado por el régimen, dejando por tanto de cumplir su función legislativa. Esta sumisión e ignorancia la potencia al rodear al burro-líder de focas uniformadas aplaudiendo, junto a ovejas y ratas.
El creador centra su atención por tanto en la historia que se construye día a día. Es esta una de las dimensiones de las que brotan los falsos héroes. Se vinculan estas piezas a la serie pictórica “Cuerpos oblicuos”, donde indaga en el discurso retórico, y las formas de la insurgencia que brotan a raíz de las marchas y protestas del 2014. El desarrollo de la investigación iconográfica por la cual delimita y recrea estos elementos heroicos, se registra también en sus diarios en anotaciones, y dibujos. Se observa esta recuperación de la imagen en estas páginas al fusionar la indumentaria militar, con la del ballet. Así crea personajes híbridos que a través del humor y la burla visual, develan la ambigüedad de su naturaleza y transmiten contenidos emocionales a la imagen mostrando dimensiones ignoradas. Pues las pulsiones y rasgos del militar unen en un mismo fenómeno una indumentaria y parafernalia que reflejan la disciplina y la cruda violencia, mezclados con toques de refinamiento, y coquetería.
Los collages hechos sobre rompecabezas de héroes, son una referencia estética e investigativa para los presentados en la serie “Basta de Falsos Héroes”, estos tienen como base y soporte rompecabezas de ídolos de la independencia, intervenidos a través de la sobre posición de elementos visuales para potenciar los sentidos de estas imágenes recuperando así su poder trasgresor. En este proceso de investigación, los retratos se sobreponen, se entrelazan y se pierden entre laberintos, expresión del caos que generaron tanto la independencia como la revolución bonita. Estos sentidos se potencian al sobreponerles recortes que animalizan a los héroes, y de moscas de plástico que denuncian la descomposición ética del régimen. Estos elementos se integran en los bocetos de sus diarios en rostros de retratos manchados, enmascarados, y rodeados de insectos, herramientas que crean los elementos estéticos que direccionan la significación de cada uno de estos iconos.
La triada de collages sobre papel blanco de la serie, derivan de su investigación visual en donde destaca la sintaxis plástica y simbólica creada por el artista. Así en uno de ellos, recrea los adornos de la parte frontal del uniforme, recortados sobre un mapa de Venezuela, con ubicaciones geográficas significativas de la épica de la independencia. Se enriquece de esa manera la dimensión histórica y geográfica al plasmar estos elementos que ha ido ganando para su propuesta.
El autoritarismo y la intolerancia que caracterizan al socialismo, podrían ser representados por collages con elementos del pasado y del presente. Este sentido lo recrea el artista en los creados sobre portadas del Cojo Ilustrado (1892 -1915), fuente de referencia obligatoria para la investigación de las primeras décadas del siglo XX. Es esta la primera revista en Venezuela en la que se une la palabra y la imagen en un mismo discurso, y a través de la relación idea-imagen da a estas piezas el clima de temporalidad. Uno de estos collages es un homenaje al director de la revista, lo cual se evidencia al crear un juego entre la imagen y la palabra a través de un marco en forma de ovalo recortado, y sobrepuesto que modifica el título del “Cojo Ilustrado” por el de “ojo Ilustrado”, y en el interior del marco destaca el nombre de su director: J.R.Herrera Irigoyen.
Uno de los objetivos de la estética de Vivenes es hacer densa la percepción, al abrir las valencias de los partes de la obra. En la serie gráfica incorpora elementos simbólicos, y el uniforme militar es una presencia constante a la que le va sobreponiendo otras imágenes que le dan nuevas connotaciones al militarismo, como ocurre con la cúpula asociada al Congreso Nacional, al poder, y a las roscas partidistas; la dianas de tiro las relaciona a la violencia y la represión como vía de gobernar para dominar de manera dictatorial la sociedad. Les incorpora también elementos eróticos como los senos y pezones, que hacen referencia a la sexualización de la trama política.
En estos cuadros el espectador se enfrenta a una búsqueda estética inquietante y problematizadora. De ahí la emocionalidad de la pincelada expresiva, con fuertes cargas matéricas salpican un gracioso tutú, que rodea la cintura del icono de un héroe independista como señal de la fatuidad de su ser y de quienes los emulan. El humor negro de los cuadros de militares con tutú genera una paradoja visual plena de interrogantes. Y la pintura del uniformado ahogado, refuerza uno de los rasgos conceptuales de esta figuración: degollados que afirman la falta de creatividad y capacidad de pensamiento crítico de la humanidad dominada por el militarismo y la violencia. Estos ahogados, descerebrados se vinculan de igual manera al aislamiento y la imposibilidad del libre albedrio de los personajes dominados por este arquetipo.
Las manos maniatadas detrás de la espalda de uno de estos cuadros podrían ser señal de la falta de libertad, y evidencia de la ausencia de autonomía al ser el individuo poseído ideológicamente. Se crean obras con valencias que se despliegan como abanicos, potenciadas por elementos estéticos y subjetivos que el espectador proyectara. Tal como ocurre con uno de los cuadros con las manos amarradas titulado: “Héroes con pivote de lo que sucederá, 2016”, por una ambigüedad formal y del manejo de la perspectiva lo que podría ser una cola de caballo, que hace referencia a la moda masculina del siglo XVIII, también guarda semejanzas con un fragmento de una máscara antigás. Por tanto se transforma la obra a través de la subjetividad del otro, y la significación de la pieza hace referencia al siglo XVIII o a los sucesos que se desencadenaron a raíz de las protestas y manifestaciones del 2014. Está figuración expresionista se transforma en un lenguaje simbólico, y cada uno de los cuadros de estos falsos héroes esconde mensajes para para ser interpretados por el espectador. Por tanto la pintura se continúa en la imaginación.
En el cuadro “Cuando un sacerdote demasiado entusiasta se empeña en que el héroe forma parte de nuestra vida no nos ofrece una panacea, sino un incordio, 2016” el recurso de la mancha, y la pincelada expresionista entran en tensión con pinceladas delineadas horizontalmente, creando una atmósfera de enclaustramiento y auto-censura. Se está por tanto ante un lenguaje plástico comprometido con su contexto histórico, que asume los aportes de la historia del arte para crear una estética donde la búsqueda y la materialización de la belleza sea rica en contenidos. Y a su vez se plantea el rexamen crítico de nuestro pasado, enfrentado al presente para vislumbrar posibles salidas a nuestros laberintos históricos. Se representa en el proyecto investigativo de “Basta de Falsos Héroes” la realidad con toques de burla y de ironía, de ahí estos héroes con tutú de bailarina, y ahogados que se muestran como lo que son: un espectáculo en la trágico-comedia en que se ha convertido el presente.
“No es el arte contemporáneo lo que define si está en vigencia una propuesta. Es el artista. Son sus obsesiones llenas de convicción. Eso es lo que tiene que visualizarse desde el mismo proceso de taller, desde las prácticas experimentales. Y a la hora de revisar, entonces, el hacedor de los nuevos discursos podrá despojarse de esas pretensiones discursivas, sin importar el tiempo ni la fecha, sino las posibilidades de redimensionar el discurso a futuro presente” (3)
Cortometraje:
José Vivenes: Tallereando
Citas:
(1) María Gabriela, Fernández, José Vivenes Desmonta los Falsos Héroe, El Universal 21/8/2016