Fuerzas Antiterroristas celebran victorias como punta de lanza contra el EI
Las Fuerzas Antiterroristas iraquíes, que luchan en primera línea contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en las calles de Mosul, celebran hoy su última victoria, la conquista de la Universidad de la urbe.
Después de haber irrumpido ayer en el campus de la segunda universidad más importante de Irak, las fuerzas especiales declaraban al mediodía de hoy su «liberación» total de los extremistas y los comandantes de este cuerpo de elite se dirigían a celebrarlo con sus hombres en el frente.
Desde su cuartel general situado en la localidad de Bartalá, en las afueras de Mosul, el general Taleb al Kikani, dirigente de las Fuerzas Antiterroristas, y otros mandos se desplazaron hasta la Universidad en un convoy de vehículos blindados, a través de las calles destrozadas por los combates.
Un vehículo abría paso a los demás, derrapando y corriendo por los barrios liberados del este de Mosul, y pidiendo a los coches y a los transeúntes que se apartaran a través de un megáfono y tocando una sirena.
«Dejen pasar, detengan su vehículo», grita el oficial Ali al Hadid, mientras desde el asiento del copiloto dirige al conductor de su «humvee» y sigue las indicaciones del GPS.
Al Hadid es el encargado de que el convoy viaje seguro y sin detenerse en medio de Mosul, donde los uniformados pueden ser blanco de ataques por parte del EI con proyectiles de mortero o con coches bomba.
Tras visitar rápidamente la Universidad, donde en la lejanía aún se podían oír disparos, los altos mandos celebran la victoria con los soldados que están descansando en la base que han establecido en la entrada oriental de Mosul, considerada ya zona segura.
Después del destacado avance de los últimos días, las fuerzas antiterroristas se merecen una comida caliente -arroz con alubias en salsa- y también una compensación económica, no sólo por luchar contra los extremistas, sino por mantenerse fieles al Gobierno de Bagdad.
A cada soldado le toca 500.000 dinares iraquíes (unos 420 dólares), pero a algunos dirigentes, se les ha premiado con hasta dos millones de dinares (unos 1.700 dólares), explicó a Efe Al Hadid, que porta varios fajos de billetes en las manos y una lista de los nombres a quién repartirlos.
Un joven soldado de 24 años y de nombre Wael, que forma parte de las Fuerzas Antiterroristas, se mostró contento y satisfecho, y destacó en declaraciones a Efe que el suyo «no es un trabajo duro», a pesar de los riesgos y de que sólo puede abandonar el frente cada veinte días o un mes.
«Aquí dormimos, nos duchamos, descansamos…», explicó junto a las viviendas de una planta con jardín convertidas en base militar.
