Optimismo como terapia
La manera como interpretamos los eventos en nuestra vida determina la significación que le damos. Con frecuencia los incidentes son ambiguos y no tienen ninguna significación específica, la significación se la damos nosotros. Una detonación puede significar una amenaza de muerte o puede significar una celebración, dependiendo de la interpretación que le dé el oyente basada en su experiencia y expectativas.
Frecuentemente nos vemos enfrentados a acontecimientos cotidianos que no tienen significación en si mismos, sino que son interpretados automática e inconscientemente por el cerebro con sesgos propios de cada persona basados en la información que está guardada en la memoria inconsciente, y que termina matizando el color que le damos a nuestras experiencias y a la vida.
Investigaciones recientes señalan que sesgos o distorsiones subliminales negativas cuando ocurren repetidamente pueden afectar nuestra vida. Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío , dependiendo de cómo nuestro cerebro interprete la “realidad” ( no hay sino realidad subjetiva), pero cuando lo vemos vacío en forma repetida se crea un marco de referencia que influye en nuestra resiliencia (fortaleza), debilitándonos.
Se sabe que aquellas personas con tendencia ansiosa o depresiva (algo que llaman algunos vulnerabilidad emocional) tienden a sacar conclusiones negativas de situaciones sociales ambiguas que los afectan y que no son necesariamente negativas sino que se interpretan de esa manera. También sabemos que las personas que reaccionan con emociones negativas ante la adversidad, tienden a desarrollar con más frecuencia Trastornos depresivos o ansiosos. Igualmente que estos trastornos una vez que aparecen tienden a mantenerse por más tiempo en la medida que el sesgo negativo al interpretar la “realidad” sea mayor y se mantenga.
Existe un campo de la terapia llamada MODIFICACIÓN DEL SESGO COGNITIVO (léase modificar la tendencia a la interpretación negativa de los hechos cotidianos) que cambia la tendencia a una más positiva, esto les permite desarrollar resiliencia (fortalezas) para enfrentar situaciones difíciles o estresantes.
En la vida cotidiana , una tendencia a interpretar de manera pesimista la “realidad” puede trabajar en contra de nosotros , lo contrario ocurre con el optimismo. De allí que el dicho “al mal tiempo, buena cara” tiene tanta importancia. El optimismo es de gran ayuda psicológica al interpretar la “realidad”.
En terapia nuestro estilo interpretacional puede ser modificado. Estudios diversos han demostrado que induciendo un estilo más benigno al interpretar situaciones cotidianas o potencialmente amenazantes ayuda a la capacidad de adaptación a la vida y mejora la fortaleza ante situaciones desagradables. Esto se está aplicando hoy en día en estrategias terapéuticas con buenos resultados. Utilizando la psicología positiva com intrumento de curación. Ser optimista puede ser curativo.
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