Mis encuentros con Ernesto Villegas
El dia 23 de Agosto del año 2000, fui entrevistado en el diario El Universal sosbre las declaraciones del entonces Ministro de Relaciones Interiores Luis Alfonso Dávila, quien había declarado que los responsables de los secuestros que se estaban produciendo en el país eran los ex jefes policiales del período democrático ( http://www.eluniversal.com/2000/08/24/pol_art_24110AA.shtml )
El entrevistador era un jóven llamado Ernesto Villegas. En esas declaraciones le respondí a Dávila [ahora «opositor»] que «Si el ministro quiere buscar personas que pudieran estar involucrados en secuestros, por haberlo estado en el pasado, tendría que buscar en las filas del Polo Patriótico, donde hay más de un participante en los secuestros Dao, Domínguez y Taurel. Quizás si voltea en la mesa del Gabinete, a no muy pocos metros tendrá a uno de los involucrados en el secuestro Dao, en 1971» refiriéndome a Alí Rodríguez Araque.
Mis declaraciones ocuparon el principal titular, a ocho columnas, de la primera página de la edición de El Universal del 24 de Agosto de ese año.
Años después, a fines de Mayo de 2005, recibí una llamada de la productora del programa de Ernesto Villegas en el Canal Ocho (VTV), quien me inivitaba a ser entrevistado en su programa. La razón de la entrevista que yo era abogado de Luis Posada Carriles. La entrevista tuvo lugar el día 3 de Junio de 2005.
Cuando Villegas llegó al estudio me saludo muy cordialmente y me dijo que yo le había dado la oportunidad de obtener su primer titular de primera página. Esta afirmación me sorprendió pues no recordaba haber tenido contacto con él antes de ese momento. Entonces me recordó que había sido él quien me había entrevistado para El Universal.
Había un segundo invitado para el programa, el entonces Presidente de Conatel cuyo nombre no recuerdo. En el desarrollo de la entrevista me di cuenta de que el objetivo de la misma era aplastarme o dejarme en ridículo, objetivo que Villegas no pudo lograr. A medida que se desarrolaba la entrevista, modestia aparte, quien recibió una tunda argumental fue Villegas. Hasta tal punto quedó evidenciada la intención del programa que Villegas para tratar de lograr su objetivo, prolongó la entrevista hasta el final del programa, dejando sentado en el banco al mismísimo Presidente de Conatel y quedándose él «con la carabina al hombro» porque no pudo lograr su objetivo.
Debo reconocer que el trato de Villegas fue respetuoso y hasta amable. Entre otras cosas le dije que el gobierno carecía de asesores legales competentes, en particular en materia de derecho internacional. Y a raíz de este comentario, en el siguiente intermedio, Villegas se acercó a mi y tapando su micrófono (lo que llaman la balita en TV) me sorprendió diciéndome textualmente «doctor la verdad es que este gobierno está lleno de inacapaces». Sorprendentemente Villegas se unió a los «incapaces» y hoy es, orgullosamente, uno de ellos.
Tuve de Villegas una buena imagen, pues a pesar de lo controvertida que fue la entrevista, privó en ambos el respeto hacia el otro. Villegas como todos los ciudadanos tiene derecho a escoger su afiliación política o religiosa. Pero la imagen que tenía de Villegas se vino al suelo cuando lo oí por primera vez leer uno de los partes sobre la salud de Chávez y concluir gritando «Viva Chávez», lo que ha venido haciendo en cada aparición.
Es lamentable que un joven profesional como Villegas se haya convertido en un diácono del culto a la personalidad del Iluminado de Sabaneta. El culto a la personalidad es la negación de la racionalidad y máxima expresión del servilismo. Lamentable.
Twitter: @jchaffardet
