Culpables 2016 y tarea 2017
Finaliza 2016 con un balance en rojo por culpa de los rojos. La mayor inflación del mundo, estimada en más del 700 %, escasez de comida, de medicinas y de repuestos, más de 30.000 homicidios, secuestros y robos, servicios públicos de salud en situación crítica, resurgimiento de enfermedades como paludismo, tuberculosis y difteria, educación deteriorada, universidades autónomas acosadas, empresas estatales del hierro y del aluminio quebradas, producción petrolera inferior en 724.900 barriles por día en comparación con la del 2001, las refinerías nacionales en el suelo y Citgo hipotecada, corrupción estratosférica, 106 presos políticos, miles de protestas, Venezuela expulsada de Mercosur y criticada por muchos países y por personalidades mundiales por la violación a los derecho humanos.
Todo esto lo sabemos, pero a veces no identificamos con nombres y apellidos a los principales causantes. Sin duda que son culpables todos aquellos que ocupan un cargo público importante. No debe extrañar que un inepto o un malandro que llega a tener poder cometa desafueros, pero que alguien con buena formación y méritos se preste a marramucias solo se explica por deshonestidad intelectual o por amor a don dinero.
Por ejemplo, es más culpable un Aristóbulo Istúriz quien tiene cierta formación, que la del presidente de facto, quien sin méritos fue designado a dedo por un moribundo. Son más culpables diplomáticos como Alfredo Toro Hardy Y Chaderton, que Delcy. En el TSJ era esperable la actuación de Mikel Moreno y de Gladys Gutiérrez, pero extraña la de una Carmen Zuleta de Mechán, quien fue profesora universitaria. En el CNE no es de extrañar la conducta de Sandra Oblitas, pero sí la de Socorro Hernández. En las gobernaciones era previsible que el general García Carneiro se comportara como un fanático rojo, pero es injustificable en un Arias Cárdenas. El general Néstor Reverol está tan rayado que no le queda otra que restearse con el régimen, pero es incomprensible que lo haga el general Padrino López. Haga usted, amigo lector, su propia lista.
En el 2016, después de una espera injustificada, la MUD apostó al referendo revocatorio. Ahora algunos opinadores respetables consideran que fue un error y que se debió optar por la elección de gobernadores. Al parecer piensan que el régimen sí los respetará. ¿Acaso ha respetado a la Asamblea Nacional? ¿Acaso no encarceló a nuestro Alcalde Mayor? ¿Acaso no ahoga económicamente a las tres gobernaciones que no controlan? Era de esperar que el régimen lo bloqueara, como lo hará con cualquier vía que ponga en peligro su supervivencia. Sin embargo tuvo un elevado costo político para los rojos, por lo que consideramos que ese esfuerzo valió la pena.
El asistir al diálogo fue otra crítica de algunos. Políticamente era inevitable sentarse a conversar. El error estuvo en ceder a priori en las peticiones del régimen de enfriar la calle y desincorporar a nuestros diputados por Amazonas, en no mantener que lo que se exigía era el respeto a la Constitución, en la designación de negociadores no expertos y en la aceptación del lenguaje del régimen al presentar los lamentables resultados.
El 2017 se presenta muy difícil. Del lado del régimen no habrá rectificación y por lo tanto hay que desplazarlo lo antes posible. La MUD tuvo aciertos, pero también yerros. Algunos de nuestros dirigentes han reconocido que debe haber un “relanzamiento”, palabra que no deberían usar porque es una de las preferidas del régimen. En todo caso es necesaria una nueva MUD o dejar la actual para fines electorales y constituir otra organización con mayor amplitud. Capriles y otros han denunciado que hay infiltrados ¿qué espera para denunciarlos? Es vital que la MUD o como se llame tenga el respaldo de todos. Para ello debe depurarse, ampliarse y aumentar la velocidad de respuesta.
La Asamblea Nacional quiere declarar vacante el cargo de presidente de la república. Nadie puede pretender que si lo aprueban Maduro abandone Miraflores, pero es lo políticamente procedente. Debe profundizar la confrontación, seguir denunciando la corrupción y grave situación económica, así como exigir la pronta realización de elecciones regionales. Paralelamente volver a calentar la calle y tender puentes con los rojos que desean que Maduro abandone el poder.
Algunos critican que nuestra dirigencia creó falsas expectativas anunciando que Maduro saldría en seis meses y que el régimen estaba en las últimas. ¿Acaso no es cierto que debemos ser optimistas? ¿Acaso un preso político no vive de la esperanza de que saldrá libre al día siguiente? ¿Acaso los judíos no mantuvieron su esperanza durante milenios reiterando “el próximo año en Jerusalén” y al fin lo lograron? Seguimos siendo optimistas. Contra viento y marea predicamos que Maduro debe salir este año y constituirse un gobierno de transición.
Como (había)en botica: Los 98 millones de dólares de sobornos pagados por Odebrecht y los varios millones de dólares pagados por Rincón y Shiera a funcionarios de Pdvsa pasan desapercibidos para la Contraloría. Felicitaciones al colega ingeniero agrónomo Juan Comerma, quien fue merecedor del Guy Smith Medal Award por sus contribuciones a la taxonomía de suelos ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!