José Eduardo Orozco, un hombre que distingue entre docencia y educación
“La educación para mí jamás ha sido un negocio, sino una pasión”, dice José Eduardo Orozco, un caballero que ha dedicado casi toda su vida a la loable labor de educar. Y él es tácito en aclarar que la docencia y la educación son cosas diferentes. “El docente simplemente da clases, pero el educador no solo instruye en un salón, sino que además enseña a través del ejemplo”. Y justamente esta última es su misión de vida.
Muchos lo conocen por ser el conductor del programa “De educación y algo más”, el cual conduce desde hace dieciocho años a través del Circuito Unión Radio. “Uno siempre tiene algo bueno que compartir”, argumenta para explicar el porqué de su espacio. “Por eso es que mis hijas y mi esposan siempre comentan que a mí me gusta hablar mucho”.
Ese interés por el arte del buen hablar, fusionado con su amor por los valores y la ética, lo llevó a querer tener un programa en el que pudiera llevar un mensaje de formación a los venezolanos.
Así fue como nació su segmento, en el que ha tenido la oportunidad de compartir con una infinita lista de personalidades que están casadas con la cultura, los valores, la ética y la formación. “Desde el comienzo, la idea estuvo clara: que cada uno de mis invitados compartiera sus experiencias en distintos temas cruciales para nuestra comunidad”.
De esta manera, Orozco ha podido compartir con individuos de la talla de José Toro Hardy, Emilio Figueredo Planchart, Benjamín Scharifker, Cecilia García Arocha, Mirla Castellanos, Judith Castillo, Berenice Gómez “La Bicha”, Enrique Planchart, Eduardo Rodríguez y el padre Francisco Virtuoso, entre otros. Además, muchas de las historias de vida de estas personas están descritas en la sección Gente de Analítica, portal con el que Orozco mantiene una alianza de contenido desde mediados de 2016.
Desde el aula
Aparte de ser un precursor de los valores a través de la radio, José Eduardo Orozco se dedica a dar clases a estudiantes de postgrado en las universidades Santa María y Metropolitana.
“Allí estoy haciendo lo que más me gusta: transmitir mi experiencia a esos alumnos. En nuestros encuentros procuramos encontrar opciones que nos aporten beneficios para seguir creciendo”.
Uno de los principios que le ha dejado su faceta como profesor ha sido el tener la capacidad de desaprender algo para conocer lo nuevo. “A veces forjamos cosas que no están bien porque no conocemos otra manera de hacerlas, y muchas veces tenemos que entrar en un proceso de reingeniería si queremos progresar”.
Eso, opina, es fundamental para que Venezuela logre ser una mejor nación. “No se trata de desdibujar para retomar lo que teníamos en el pasado. Sería un grave error. Más bien se trata de desdibujar para comenzar de nuevo”. Agrega que no es necesario que venga alguien a poner órdenes y decir qué es lo que se debe hacer. “La clave está en que cada quien comience a mejorar su forma de trabajar”.
Por eso es que desde su banca, la de la formación, este criollo aporta su cuota de responsabilidad para alcanzar una mejor sociedad, cargada de valores. ¿Cómo lo hace? A través del ejemplo, pues, como él mismo dice, “una cosa es ser docente y otra mucho mayor, el ser educador”.