Billete de 100 bolívares se «quema» en manos de los venezolanos tras decreto presidencial
Daniela Ascanio salió en la mañana al abasto más cercano a su casa, pidió un litro de jugo de naranja y al momento de pagar con varios billetes de 100 bolívares, la persona que atendía el establecimiento se negó a recibirlos. «Tuve que devolverlo y regresar a mi casa para cambiar los billetes de cien bolívares por unos más bajos. No pensé que la medida tuviera un impacto tan rápido, en cuestión de horas», explicó.
Lo mismo le sucedió a María Eugenia Gámez al intentar pagar el monto de dos horas de servicio de estacionamiento cerca de su oficina. «La verdad es que no sé qué hacer ahora», dijo.
En 24 horas, el billete de mayor denominación de la economía nacional, el más usado y en el que se concreta la mayoría de las transacciones comerciales en el país, pasó del deseo al rechazo de los ciudadanos, en una forma de tensión y confusión que apenas comienza.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el domingo que en 72 horas (a partir del martes 13 de diciembre) el billetes de cien bolívares saldrá de circulación y quedaría sin efecto en el territorio nacional, como una medida para combatir las mafias de extracción de papel moneda que, según precisó, operan en la frontera con Colombia y se lo llevan a países como Alemania, España, República Checa y Polonia.
Una cadena de eventos desafortunados
Según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), para noviembre existían en circulación 611.170.871,1 billetes correspondientes a esa denominación (lo que representa una masa de 6 mil 111 millones 708 bolívares).
Adicionalmente, para finales de ese mes, el BCV reportó el ingreso de 76.785.857,3 unidades nuevas de billetes de cien bolívares (76 millones 785 mil 857 bolívares).
La economista Tamara Herrera no duda en señalar que la medida es inaplicable en los términos en los que está planteada.
«Inevitablemente ese decreto tendrá que ser modificado o postergado el inicio de su aplicación. Es una media abrupta e inaplicable, que le impone a una parte importante de la población, sobre todo a la no bancarizada, cargar con las consecuencias del supuesto castigo a la acumulación de efectivo ilegal. Entonces quien tenga efectivo legal en este momento está en una situación de angustia. Ya hay gente no bancarizada con muchos problemas y las cadenas de suministros se verán afectadas, porque temen quedarse con un dinero que terminará siendo en la práctica confiscado».
Escasez e inflación
El pasado miércoles, el presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, aseguró que los billetes nuevos, cuya entrada está prevista progresivamente para el 15 de diciembre, convivirían con las piezas monetarias viejas.
Merentes no aludió a los indices de inflación de 2016 o al motivo principal para la actualización del cono monetario. Siete días después, Maduro anunció la salida de circulación del billete de mayor denominación como una medida para frenar «la especulación y el contrabando» con la moneda nacional.
El ministro de Interior, Justicia, y Paz, M/G Néstor Reverol, aseguró que en Colombia estiman que hay más de 300 millardos en billetes de cien bolívares.
«Las motivaciones son otras, pues no entiendo a alguien que acumula billetes sin valor fuera del país a menos que lo convierta en algo con mayor valor», explicó Herrera.
El Gobierno dice que la medida está dirigida al tema de la frontera, porque ahí se acapara, «pero en todo caso esto será un castigo para la gente que vive allí. Estas medidas lo que hacen es ahuyentar el interés en la moneda nacional, por lo tanto lo que hacen es aumentar la demanda de una moneda externa, que en este caso es el dólar. La razón por la que se acumulan billetes con propósitos non santos es precisamente porque la moneda per se no tiene ningún valor; entonces lo que debieras hacer es fortalecer la economía y en consecuencia la moneda, para evitar la pérdida del valor de la moneda y el poder adquisitivo «, aconsejó Herrera.
El impacto de la medida de sacar de circulación el billete de cien bolívares, justo en el mes de mayor movimiento comercial, no genera expectativas positivas en la población.
«Adicionalmente esto ocurre en un momento en que durante este año se han visto serios y crecientes problemas para abastecer de efectivo al país, y justamente en un contexto de escasez se impone la desmonetización de el billete de mayor importancia, no porque sea el de mayor denominación actualmente, sino porque en él se concentra casi 80% del dinero en efectivo. Castigas a la población que no está bancarizada; 43% de la población mayor de 15 años no esta bancarizada».
Recomendación
Aunque ya el rechazo al billete es palpable en la calle, no hay muchas opciones para tratar de salir de los aprietos que ahora genera poseer un billete de cien bolívares.
«La norma es realmente de mucha presión innecesaria. el consumidor tiene que agarrar sus billetes y darle uso rápido, y eso significa ir a cambiarlos en un banco, con lo que congestionas la cola, o ir a un cajero que ahora no tendrá billetes de 100 bolívares, sino billetes pequeños y por cada operación tendrás que usar muchas veces el cajero; los costos de operación se irán por la nubes y los traslados de los billetes también se ira por las nubes», advierte la economista.
La otra opción, según Herrera, es que el consumo se haga y se pague en efectivo, «pero en un lapso tan corto ese billete se quema en las manos de cualquier personas, porque pierde vigencia y eso genera tensiones entre los agentes económicos que pueden negarse a aceptarlos, porque precisamente temen que pierda valor estando en sus manos», concluyó Herrera.