Renny Ottolina, genio y figura de «El número 1 de la televisión»
El 11 de diciembre de 1928 nació en la ciudad de Valencia, estado Carabobo, el narrador, locutor y animador venezolano Renaldo José «Renny» Ottolina, reconocido en su tiempo como «El número 1 de la televisión».
El comunicador tuvo una destacada trayectoria en los medios de comunicación nacionales, pasando por Radio Caracas Radio, Venevisión, Radio Caracas Televisión, Bolívar Films, entre otros, siendo en todos ellos un incansable promotor y defensor de los valores venezolanos.
Por tal razón se decretó en 1998 este día como el Día Nacional del Locutor, con la intención de reconocer a “Al número 1” como uno de los mejores locutores de Venezuela y el mundo.
Ottolina murió en un accidente aéreo el 16 de marzo de 1978, cuando viajaba a una reunión de empresarios que se realizaría en Porlamar, Isla de Margarita, como parte de su campaña electoral para las elecciones presidenciales de 1978.
Genio en palabra e ideas
Aquí les dejamos algunas de las frases que resumen el pensamiento de este grande de los micrófonos que sembraba valores en el país que amaba:
1. «El país es medible. La patria es del tamaño del corazón de quien la quiere».
2. «Venezuela con todo su hierro y todo su petróleo, nunca valdrá más que sus habitantes».
3. «Hay que estimular en el venezolano que solamente a través de la preparación y el trabajo es que se puede progresar».
4. «Solamente el que se prepara y trabaja sale de abajo (…) y se debe estimular ese deseo en el venezolano».
5. «A mí no me gusta igualar hacia abajo, quiero igualar hacia arriba».
6. «Una persona vale por sus conocimientos… y por su competencia, y estamos en un país donde esto está siendo desconocido».
7. «Yo quiero los votos de la gente que cumple con la ley y le gusta el orden en el país».
8. «¿De cuándo acá el ser humilde autoriza a faltar a la ley?».
9. Un país que no logre que sus habitantes tengan un propósito común a largo plazo jamás llegará a ser una gran nación».
10. «Un país que no tenga metas a largo plazo no llega a ninguna parte».