Otra Carta a Dudamel
Estimado, Maestro Dudamel
Le escribo porque en El Nacional nuevamente he visto que lo están presionando para que le haga desplantes al gobierno aprovechando su condición de “celebrity”. Si Ud no fuese célebre nadie le pediría nada como no le piden a tanta gente. Ya van varias veces que opino públicamente sobre las presiones que en ese sentido han recibido Ud y el Maestro Abreu. No sé exactamente por qué lo hago puesto que no me parece que el tema sea muy importante. Debe ser que me criaron en Barquisimeto y fui también alumno de Doralisa Medina aunque de eso solo me quedan la escala de Do mayor con la mano derecha en el piano y un gran amor con enorme admiración por lo que Uds han hecho con la música para la juventud venezolana.
Sin saber aún cuáles son sus inclinaciones y lealtades políticas, creo que debo recordarles otra vez que Uds y el resto de líderes artísticos de El Sistema no tienen la libertad de andar pregonando sus preferencias políticas en Venezuela porque eso pone en peligro el apoyo del gobierno a ese maravilloso programa. La mejor evidencia de que ese riesgo es inminente es precisamente lo que ha pasado con la famosa Flor de Venezuela. En lo que Falcón se mostró opuesto al régimen se la quitaron sin importarles que eso afectara a quien fuese.
Con un concierto que dirija Ud en la tal Flor no va a refrendar ni ratificar ni legitimar nada. La Flor se la quitaron a Falcón y punto. Esto es una dictadura y así se comportan esos regímenes. Ud simplemente dirija la orquesta para que suene bien tal como lo haría cualquier otro profesional con su trabajo al que le caiga la oportunidad de participar en ese proyecto tales como los ingenieros que montaron la flor, los técnicos que la operan o los periodistas que reseñen el evento. Ellos simplemente estarán cumpliendo sus respectivas funciones sin que por eso legitimen a nadie.
Sus críticos les presionan porque quisieran estar seguros que cuentan con Uds entre los que nos oponemos a que sigan destruyendo nuestro país pero, dada la situación, tendrán que esperar para averiguar cuál es la respuesta. De todos modos, eso no tiene importancia para determinar la resultante política en cuanto al ejercicio del poder. Es que ni siquiera ganar elecciones nos ha dado el poder a la oposición. ¿Entonces, qué puede lograr políticamente que sigamos dándonos entre nosotros mismos mensajes de denuncia, de protesta, de reclamo para que se respete la Constitución y demás temas de opinión publica si la fuente real del poder sigue incólume? Ningún desaire de ningún artista, por más encumbrado que sea va a hacer mella en eso. Le refiero el bello ejemplo de Gabriela Montero con sus mensajes musicales de liberación que me han sacado lágrimas de admiración y orgullo pero que han pasado como una brizna de paja en nuestra borrasca política venezolana. En fin, quédense tranquilos y sigan trabajando que el problema es de todos y Uds entre tanto tienen la responsabilidad de seguir el desarrollo de El Sistema.
Finalmente, le aseguro que me indigna que alguien se atreva a proferir amenazas de juicios futuros sobre “tu conducta como ciudadano y demócrata” en un país tan lleno de cómplices moralmente impedidos de tirar la primera piedra.
Con mis mejores saludos