De Quebec a Comasagua

Durante la III Cumbre de las Américas, el presidente estadounidense, George W. Bush, no se entrevistó con el presidente de Venezuela -en señal de cordialidad entre naciones- como sí lo hizo con otros presidentes latinoamericanos. También declaró que no había recibido una invitación oficial para que visitase nuestro país, a pesar de que la prensa mundial había informado el día anterior, que Hugo Chávez Frías le había extendido a Bush tal invitación pero de manera informal ‘en los pasillos de la cumbre’. Ahora, el Ejército de Venezuela ‘Forjador de Libertades’ es expulsado de Comasagua, humilde población salvadoreña, a pesar de haber sido Venezuela el primer país en acudir en su auxilio, luego del terremoto que asolara a El Salvador, en enero de este año, y llevado consigo una donación de siete millones de dólares.

Antes del aislamiento de Venezuela en la cumbre de Quebec o su expulsión de Comasagua, no había pasado mucho tiempo desde que nuestro país fuese humillado internacionalmente. El parlamento puertoriqueño, le retiró el derecho de palabra a Hugo Chávez Frías, quien había sido designado orador de orden en esa corporación legislativa el día de la juramentación como gobernadora de Puerto Rico, de la Sra. Cira Calderón, ‘porque acostumbra a extenderse mucho y podría inteferir con el apretado protocolo del acto de juramentación’, sin que nuestro presidente reaccionase indignado -o de alguna otra forma- ante tal ofensa a nuestro país.

Pero esa tampoco fue la primera vez que Venezuela fue humillada internacionalmente en tiempos recientes. El 17 de diciembre de 2000, ninguno de los presidentes de los países bolivarianos (Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia) acudió a la cita, acordada meses antes, para conmemorar en Santa Marta, Colombia, el aniversario de la muerte de El Libertador. Ninguno de los gobiernos de esos cuatro países, respondió tampoco a las groserías de Hugo Chávez Frías, quien desde el sepulcro de Bolívar, en el Panteón Nacional de Caracas, los llamó a todos, ese día, hipócritas.

No es sólo humillación lo que ha coleccionado Hugo Chávez Frías -y en consecuencia Venezuela- en sus constantes viajes por el exterior. El recién electo presidente de los Estados Unidos lanzó una ofensiva para diversificar las fuentes energéticas de su país, específicamente invitando a Canadá y México a integrarse en una especie de nueva corporación americana de energía; excluyendo de esa iniciativa, a Venezuela, uno de los principales suplidores de petróleo de Estados Unidos y el país de América -y quizás del mundo- con las mayores reservas de petróleo y gas.

Algunos piensan, que la expulsión de los militares venezolanos de Comasagua, fue promovida, bajo cuerdas, por los Estados Unidos, para que los venezolanos sintiésemos en carne propia, lo que ellos sintieron cuando el gobierno venezolano se negó a recibir un buque de USA que transportaba personal militar estadounidense que venía a colaborar en las labores de reconstrucción del estado Vargas, luego de la tragedia del 15 de diciembre de 1999.

¿Qué hemos hecho los venezolanos para merecer tan indignante trato? ¿Porqué -por primera vez en la historia de nuestro país- Venezuela está siendo vista por muchas naciones del mundo como un ‘país indeseable’ y nuestro presidente como una ‘persona non grata’?

Digámoslo claro: Porque nuestro gobierno es percibido como un gobierno comunista dedicado a exportar su ideología marxista-leninista a otros países.

¿Pero qué fue lo que sucedió realmente en Comasagua?

De la misma manera en que la opinión pública venezolana reaccionó indignada ante el rechazo del gobierno de Hugo Chávez Frías a las tropas norteamericanas que venían a colaborar en la reconstrucción del estado Vargas; la opinión pública salvadoreña ha reaccionado indignada ante el rechazo del gobierno del presidente salvadoreño, Francisco Flores, a la ayuda de los militares venezolanos que acudieron a Comasagua a colaborar en la reconstrucción de ese poblado luego del terremoto de enero pasado.

En ambos casos, las razones detrás de las decisiones de ambos gobiernos, fue percibida por los pueblos venezolano y salvadoreño, como político-ideológicas.

El presidente salvadoreño, Francisco Flores, es miembro de partido conservador y de derecha, ARENA (Alianza Republicana Nacionalista), cuyo principal opositor -y enemigo militar durante la guerra de guerrillas que asoló a ese país centroamericano de 1979 a 1992- es el FMLN (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional), hoy convertido en partido político de ideología marxista-leninista.

A pesar de las recientes declaraciones en Caracas del canciller venezolano, Luis Alfonso Dávila, en el sentido de que el «malentendido» se había aclarado y que los militares venezolanos permanecerán en El Salvador hasta culminar el proyecto de ayuda, ‘en fecha estimada del 15 de mayo’; una visión muy distinta es la que tienen el gobierno -nacional y local-, algunos parlamentarios y diversos sectores del pueblo salvadoreño.

[el 15 de mayo es la fecha que el gobierno salvadoreño le fijó a los militares venezolanos para que abandonen el país, fecha fijada mucho antes de las declaraciones del canciller venezolano].

La edición del miércoles 2 de mayo de 2001 del periódico salvadoreño ‘La Prensa Gráfica’, publica una fotografía de un mensaje pintado durante la marcha del 1o. de mayo, en uno de los muros del paso a desnivel de la Alameda Roosevelt y la 49a. Avenida Sur, de San Salvador, en la cual puede leerse claramente: «Camaradas Venezolanos en Comasagua, el pueblo está contigo».

El gobierno salvadoreño ha mantenido un absoluto silencio sobre las verdaderas razones que lo llevaron a solicitarle a Hugo Chávez Frías, el retiro de los militares venezolanos antes de culminar el proyecto de ayuda que llevan a cabo, pero prometió una rueda de prensa explicativa en el transcurso del día miércoles 2 de mayo.

Sin embargo, El ministro del Interior de El Salvador, Mario Acosta Oertel, en declaraciones al diario salvadoreño, La Prensa Gráfica, el 1ro de mayo, «sugirió ayer que la misión venezolana que se hizo cargo de reconstruir Comasagua no lo ha hecho a ritmo satisfactorio. Aunque no fue explícito en mencionar la supuesta lentitud como razón para pedirles que se retiren, dejó entrever cierta ineficacia.», agregando que “Estoy convencido de que el ejército se comprometió a reconstruir todo el pueblo”, recordó Acosta. Y añadió: Luego dijo que iba a reconstruir la Iglesia, la casa comunal y 150 viviendas. De ellas sólo ha construido 50”. Y al ser consultado «respecto a las declaraciones de algunos diputados areneros que manifestaron que la razón de fondo podría encontrarse en las reuniones de los venezolanos con dirigentes del FMLN, Acosta lo desmintió. “No tiene nada que ver con eso. En ningún momento se está tomando una decisión política”.

El diario salvadoreño ya citado, y en su misma edición del 2 de mayo de 2001, publica el resultado de una consulta que hizo a los salvadoreños, al hacerles la siguiente pregunta: «¿Cuál es su opinión sobre el retiro de la misión venezolana de Comasagua?

La abrumadora mayoría de los que respondieron a la encuesta, se siente avergonzada de que el gobierno de Francisco Flores le haya pedido a los venezolanos que se vayan, y expresan palabras de gratitud y reconocimiento a los militares venezolanos que estaban llevando a cabo el proyecto de reconstrución de Comasagua. También, abrumadoramente, aducen razones de tipo político; pero de diferente óptica, como las siguientes:

“El Gobierno de Paco [Francisco Flores] ha cometido un error haciendo con su política, en cuanto a confundir sus principios políticos con la ayuda de la gente y lastimosamente Venezuela se va. Venezuela debería de romper relaciones con El Salvador para que el Gobierno aprendiera y que tampoco (Venezuela) les venda gasolina. Roberto López, San Salvador.» (Sic).

“Esta misión venia con instrucciones del presidente Chávez, porque es un acérrimo comunista y fiel epígono de Fidel Castro, entonces ellos traían la intención de pactar con el FMLN para politizar la causa de los damnificados de Comasagua y de esa manera ganar más adeptos a su partido el FMLN. Manuel Isidro Rivas Garay, pensionado, San Miguel.» (Sic).

“Soy testigo de la politización de la ayuda venezolana, ya que a finales de enero un delegado venezolano, me manifestó que no tomaría en cuenta a la autoridad municipal por ser de derecha y además andaban buscando cómo ayudarles a aquellas personas afines al partido de izquierda. Ramón Castro, comerciante, Santa Tecla.» (Sic).

“Es pura política internacional lo que está sucediendo, el Gobierno obedece a los intereses de Estados Unidos, ya que el gobierno venezolano ha manifestado su descontento al modelo económico neoliberal, y por esas razones obliga a una delegación que ha ayudado verdaderamente a esta comunidad sin intereses políticos, sino de pura bondad, el GOES se está portando como limosnero y con garrote. Ernesto Guevara, comerciante, Cuscatancingo.» (Sic).

“El diputado Quinteros de ARENA dice que los venezolanos no han hecho casi nada, ¿porqué no agarra él una pala y una piocha y se pone a trabajar en vez de criticar? Grecia María Palma, estudiante, San Salvador.» (Sic).

“Espero que no sea por ideologías políticas, por que la gente que no tiene casa, no le importa eso, y si es así ¿dónde está nuestra soberanía o es que sólo somos ya unos títeres? La dolarización es un paso. La ayuda que el Gobierno sigue pidiendo a Estados Unidos es la misma que la gente venezolana nos brinda, o lo que no le gusta al Gobierno es que los venezolanos estén presentes y no poder robar a su antojo, si realmente quieren ayudar que se vayan al Cafetalón y no sean mal agradecidos, lastimosamente todo esto lo tenemos que aguantar hasta el 2004. Juan Sánchez, (%=Link(«mailto:[email protected]»,»[email protected]»)%)» (Sic).

Nosotros los venezolanos, debemos preguntarnos ¿Porqué el gobierno de una nación tan necesitada como El Salvador, acepta absorber el enorme costo político que le significa perdirle a Venezuela que detenga los trabajos que está haciendo en Comasagua y salga del país?

Y quienes deberían meditar profundamente sobre lo que le está ocurriendo a Venezuela como consecuencia de la política exterior del gobierno de Hugo Chávez Frías, son los miembros de la Fuerza Armada venezolana, la que ha sido señalada por el gobierno de El Salvador, de ser «ineficiente e izquierdista».

Ya no es sólo Chávez. ¿Cuántas naciones y personas del exterior estarán viendo a los venezolanos y a Venezuela como se ve desde hace a los cubanos y a Cuba?. ¿Cuál es el futuro que esta percepción le depara a nuestro país?

No estoy sugiriendo un golpe de estado, pero sí un firme pronunciamiento del alto mando militar, exigiéndole al gobierno nacional, una profunda rectificación en su política exterior.