¿Para qué comprar ropa, si la usada puede lucir como nueva?
La sociedad le da gran importancia a la ropa, pues esta la define, le da identidad. Por esta razón, las personas cuidan su forma de vestir y las prendas que usan. Y cuando ven que el color luce desgastado, se deshacen de ellas.
Este es un falso paradigma que se ha creado: “Cuando la ropa esté decolorada ya está vieja y se debe reemplazar”. Lo cierto es que, aunque el color se haya perdido, a la prenda aún le queda 90% de vida útil.
Carlos Josa, presidente de Tintexpress –empresa orientada al teñido profesional–, explica que sí es posible recuperar el color de las prendas. De hecho, “a través del teñido quedan mejor que nuevas. Es como estrenar otra vez”.
La confección de la ropa empieza desde que se prepara el hilo para hacer la tela. La calidad de la ropa dependerá de la calidad del hilo. Si es de buena calidad, será resistente al lavado.
Evelio Rojas, coach de mercadeo y ventas de la misma empresa, alega: “Deben pasar alrededor de 80 a 120 lavadas antes de que el hilo se desgaste y se rompa. Pero nos acostumbraron a que después de 12 o 15 lavadas, la ropa se ve fea y vieja, y debemos comprar otra. Esto no es necesario. Si la teñimos, nos queda tan nueva como la primera vez, porque diez lavadas solo es 10% de su vida”.
Intervenir la ropa se ha puesto de moda, ya sea por la búsqueda de originalidad del venezolano, por reponer los colores y deshacerse de manchas o por los altos precios del mercado. De cualquier forma, esta nueva tendencia desmitifica la teoría de que cuando una prenda está decolorada ya no sirve. La mejor forma de intervenirla es a través del teñido profesional.
Así que, ¿para qué comprar ropa, si la usada puede lucir como nueva? Inténtelo.