Cardenal Baltazar Porras Cardozo
En la etapa confusa, compleja y sumamente crítica que recorre Venezuela no hay la menor duda que una noticia como el nombramiento de Monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo, actual Arzobispo Metropolitano de Mérida, como Cardenal de Venezuela ante la santa sede por parte del papa su Santidad Francisco, constituye una noticia que no sólo celebramos los católicos de Venezuela y de Mérida, sino además, constituye un estímulo, un voto de confianza, un compromiso para el país en lo colectivo y para monseñor Porras en lo personal.
El nombramiento del Baltazar Porras junto a otros diez y seis monseñores representa parte de los avances y apertura de la iglesia católica romana, y particularmente del papado actual, los méritos académicos, la formación, y particularmente la hoja de servicio de estos prelados a sus países, comunidades y feligresía representa un merecido nombramiento, y a la vez un enorme compromiso, en nuestro caso particular, de la iglesia católica venezolana y por supuesto de la figura emblemática de Monseñor Porras.
De Monseñor Porras pudiésemos hablar y escribir mucho y siempre sería poco. Es un pastor con una riquísima actividad pastoral, con una variopinta gama de actividades y perfiles, todas sus actividades, oficios y roles se juntan armónicamente en él sin desentonar. Monseñor Porras es taurino, universitario, escritor, académico, cronista, periodista, filósofo, humanista, intelectual, deportista, buen jugador de domino y además seguidor de los Leones del Caracas, y por sobre todo pastor, por sobre todo sacerdote, por sobre todo un prelado que sabe hablar y escribir, buen lector, buena y aguda pluma, reflexivo, mesurado y también frontal y contestatario en su actividad, en la defensa de los valores espirituales y humanos, en la gallardía y coraje cuando se trata de defender el credo democrático y señalar las injusticias, y nunca olvidar que nuestra iglesia católica y este prelado en particular jamás ha olvidado la opción por los pobres, por el necesitado en su accionar cotidiano.
Quienes le conocemos, le hemos tratado y compartido una amistad, además de actividades culturales, académicas y religiosas en la Universidad de Los Andes y en Mérida hemos podido observar el talante, la sencillez y la entrega de este pastor a Venezuela y particularmente a Mérida. Monseñor Porras es querido y admirado, es un personaje emblemático en nuestra ciudad, no es un pastor aislado o detrás de un escritorio, todo lo contrario, es hiperactivo y se involucra en las más diversas actividades, le vemos siempre oficiando misa en la Basílica Catedral Menor de Mérida, interviniendo en foros y congresos de variados temas, columnista de diarios locales y nacionales, visitante asiduo de las parroquias e iglesias de nuestros veintitrés municipios.
El nombramiento de Monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo como Cardenal constituye aparte de una bendición para América Latina, Venezuela y Mérida, un merecido nombramiento por su pleclara labor pastoral, eleva la dignidad de nuestra sociedad venezolana que atraviesa por su peor crisis en todos los órdenes, y representa una esperanza en un momento inédito, agreste y aciago como el que recorre Venezuela y padecemos los venezolanos. La consagración de nuestro nuevo Cardenal Porras Cardozo se dará el venidero sábado 19 de noviembre en el tercer consistorio que celebra su santidad el papa Francisco. Nuestra manifestación de júbilo, orgullo y beneplácito para nuestro dilecto y querido pastor y flamante Cardenal Porras Cardozo.
(*) Profesor de la Universidad de Los Andes
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@rivasleone
