Asesinan a funcionaria de Polimaracaibo frente a sus hijos
«Mami, tengo un mal presentimiento», dijo la hija menor de la funcionaria de Polimaracaibo, Lisbeth del Carmen Parra Muñoz (39), minutos antes de que dos delincuentes le arrancaran la vida a la oficial, el pasado viernes a las 6:40 de la mañana en San Francisco.
En el ataque, el hijo mayor de Parra resultó herido. Ángelo Alberto Urdaneta (20) recibió un disparo en el pecho al forcejear con los asaltantes. A la 6:10 de la mañana, Lisbeth salió a trabajar en el registro civil de la parroquia Cacique Mara, en Maracaibo.
Ángelo se dirigía a la fábrica de dulces en la que labora, y la pequeña acompañaría a su madre porque no tenía clases. «Ellos se percataron de que los ladrones los perseguían y caminaron rápido. Se metieron en una venta de pastelitos, trataron de comprar comida para protegerse, pero los delincuentes los alcanzaron y comenzaron a forcejear con el muchacho para robarle una tablet. Le dispararon en el pecho», contó una de las vecinas.
Al ver a su hijo herido, la funcionaria enfurecida le partió una silla plástica en la cabeza a uno de los verdugos y el otro le disparó en la boca. Parra fue trasladada al ambulatorio El Silencio, ubicado a unos 200 metros de donde ocurrió el crimen, pero ingresó sin vida al centro asistencial.
A Ángelo lo llevaron al Hospital Noriega Trigo, pero fue remitido al General del Sur, porque en el centro asistencial no había ni insumos ni ambulancia.
El subdirector de Polimaracaibo, Héctor Otalora, informó —en el ambulatorio— que «se maneja como móvil la resistencia al robo”, mientras que un informante del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) aseveró que “están plenamente identificados a los homicidas de Parra y son buscados por todos los organismos policiales».