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Karolina Pliskova acabó con el sueño de Serena Williams

La checa Karolina Pliskova, décima favorita, dio la sorpresa del Abierto de tenis de Estados Unidos al vencer este jueves a la número uno mundial, Serena Williams, en dos parciales de 6-2, 7-6 (7-5), para sellar su pasaje a la final del último Gran Slam del año.

Pliskova, de 24 años y undécima del ránking mundial, enfrentará la final del sábado contra la alemana Angelique Kerber, número 2.

Es la primera vez en su carrera que Pliskova se clasifica a una final de un Grand Slam, donde no había superado nunca la tercera ronda.

«¡No me lo creo! Yo sabía que tenía la oportunidad de ganar a cualquiera si hacía mi juego», exclamó una feliz Pliskova, de 24 años de edad.

«Estoy muy contenta de estar en la final y haber vencido a Serena ya que ella es una gran campeona»
, añadió.

Pliskova le cortó a Serena Williams la posibilidad de conseguir su 23º título de Grand Slam y de mantenerse por 187 semanas consecutivas en el número uno de la clasificación de la WTA.


Angelique Kerber, gane o pierda su partido de semifinales, suplantará a Williams en lo más alto de WTA
cuando la nueva clasificación mundial sea dada a conocer el lunes.

Una Serena insegura pierde el número 1

La estadounidense de 34 años entró al partido con cierta apatía, y nunca se vio, en la hora y 26 minutos que duró el encuentro, a aquella jugadora combativa que peleaba cada punto y coronaba las jugadas exitosas con un grito de guerra.

Williams venía arrastrando una lesión del hombro derecho que le ocasionó la eliminación temprana del torneo de los Juegos Olímpicos y su ausencia en otros certámenes del circuito, previo al US Open.

Algo de eso se puede colegir hurgando en las estadísticas: Serena cometió 31 errores no forzados, por 25 su rival, pero 24 de esos fallos fueron tirando golpes con la derecha o reveses a esa mano.

También, su servicio no caminó más allá de los 191,5 km/h, casi 10 km/h menos que su media habitual por partido.

El partido

Pliskova devolvió muy bien los saques de Serena, restando a lugares incómodos que sorprendieron a la diva del tenis en varias ocasiones.

Serena ya había derrotado a la checa en la única ocasión que se midieron, en el torneo de Stanford 2014.

En cinco puntos, la checa le quebró a la estadounidense por primera vez en la noche, y se adelantó 2-1. Seis saques después, confirmó su servicio y se puso 3-1.

El público comenzó a animar a Serena, que luchaba por encontrar la concentración. Pero nada parecía sacar a la Williams de su marasmo.

Unos games más adelante volvió a ceder el servicio y dejó el terreno listo para que la checa se llevara el primer set 6-2.

El segundo comenzó casi con el mismo tono y de nuevo la europea volvió a quebrar colocándose al frente 3-2, pero Serena reaccionó y le devolvió la pastilla con un servicio que comenzó a funcionarle mejor.

«En el segundo set mi segundo servicio estaba a plena potencia, así que tuve que tomar riesgos. El servicio fue clave, mi objetivo de hoy era vencer a Serena», declaró Pliskova.

«Eso para mi era casi más importante que jugar la final», añadió.

Ambas estuvieron mano a mano hasta el 6-6, que abrió la compuerta de un ‘tiebreak’ donde Serena no fue ni la sombra de sí misma.

La checa impuso su saque para adelantarse 3-0 pero Serena recuperó terreno hasta el empate 5-5. La estadounidense se fue de largo por el fondo y Pliskova se adelantó 6-5.

Inexplicablemente, Williams metió sus dos saques contra la red para una doble falta monstruosa en el momento clave, que le costó la eliminación del torneo y el puesto número uno del mundo.

«Definitivamente, ella sirvió mejor hoy, jugó mejor que yo, y se merece el triunfo», declaró Serena en la rueda de prensa.

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