Bernie Ecclestone, un as de los negocios en plena forma
El patrón histórico de Formule One Management (FOM), Bernie Ecclestone, que cumplirá 86 años en octubre, acaba de cerrar el que sea posiblemente uno de los mejores negocios de su carrera: la venta de la Fórmula 1 al grupo estadounidense Liberty Media, manteniendo además su poder.
Paradojas del destino, la carrera de Ecclestone, digna de una película de Hollywood, continuará de la mano de un exdirigente de la 21th Century Fox, Chase Carey, de 62 años, que por edad podría ser su hijo. Carey, de frondoso bigote, y Ecclestone, conforman un tándem prometedor a nivel empresarial y mediático.
«Seguiré en mi puesto. Seguiré haciendo todo lo que hacía antes, como negociar con los circuitos, las cadenas de televisión y cosas así», aseguró Ecclestone en la página británica Autosport, agencia de prensa oficiosa de la F1.
La ventaja es que Liberty Media, a través de Liberty Global, está presente en varias cadenas de televisión europeas, lo que facilitará las negociaciones.
En contratos cuanto más confidenciales y llenos de cláusulas es donde mejor se maneja el veterano hombre de negocios. Confía en mantener su puesto «durante tres años», luego de meses de negociaciones con el estadounidense John C. Malone, de 75 años, el nuevo «propietario» de la F1. Otro multimillonario hecho a sí mismo, como «Bernie».
«La buena noticia es que Chase (Carey) será capaz de impulsar la F1 en nuevos territorios gracias a las redes sociales. Yo nunca encontré el modo de ganar dinero con ‘eso'», añadió «Mr E».
Antiguo vendedor de coches y de motos de segunda mano, agente inmobiliario y jugador de póker, sus declaraciones oscilan entre el humor inglés y a provocación.
«No me interesan los jóvenes aficionados porque no pueden comprarse un Rolex», declaró un día Bernie, haciendo un guiño a la lujosa marca de relojes, uno de sus patrocinadores.
Fortuna de 4.000 millones de dólares
El señor ‘E.’ es también muy próximo a Vladimir Putin, al igual que él gran amante de las camisas blancas, y al que convenció de organizar un Gran Premio de Fórmula 1 en Sochi, en el lugar del parque olímpico de los Juegos de Invierno-2014, sin escatimar gastos.
Este año se atrevió con un Gran Premio en Bakú, la capital de Azerbaiyán. No destacó por la masiva presencia de espectadores, pero se ingresaron 40 millones de dólares en las arcas de la FOM, y serán repartidos entre las escuderías el próximo año.
Las últimas estimaciones sobre su fortuna, difícil de cuantificar, la cifran en torno a 4.000 millones de dólares en 2014, según la revista estadounidense Forbes, a pesar de la ingente cantidad con la que compensó a su exesposa Salvica por su divorcio en 2009.
Ello antes de los 100 millones de euros destinados a la justicia alemana en 2014 en un proceso por corrupción… en la compra de acciones de la F1 a finales de 2005 por CVC.
Ecclestone debutó en la F1 como agente de pilotos, después adquirió la escudería Brabham y creó la asociación de constructores de F1 (FOCA), con el fin de defender sus intereses. Pronto se convirtió en el gerente exclusivo de los derechos de la F1, negociando con circuitos, anunciantes y televisiones.
En el año 2000, Ecclestone prolongó en 100 años el contrato de 15 años suscrito en 1995 con su amigo, el abogado Max Mosley, en aquel entonces presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Aquel fue el acuerdo del siglo, sin parangón en el mundo del deporte.
El acuerdo anunciado este jueves fija el valor de la F1 moderna en 8.000 millones de dólares.
«Bernie fue un gran jefe desde hace diez años», reaccionó el jueves Donald Mac Kenzie, el mandamás de CVC. «Hubo grandes éxitos y algunos desafíos, pero no nos aburrimos y nos hemos divertido mucho. Gracias a la combinación de talentos de Chase (Carey) y de Bernie, el éxito continuará», señaló Mackenzie, eufórico.