¿Quién era el Ché?
Al Ché Guevara se le ha calificado de guerrillero heróico sin haber creado los muchos Vietnam que prometió o de ideólogo revolucionario habiendo fallado en su prédica para formar el “hombre nuevo” o en su planteamiento de lograr mayor productividad obrera con los “incentivos morales” .
La realidad lo muestra diferente a la imagen del combatiente desafiante que la fotografía de Korda trasmite, la cual como cualquier producto de marca adorna afiches o franelas que muchos jóvenes exhiben por el mundo, sin haberse preguntado ¿ quién era el Ché ?
Armado de su asma, su resentimiento social y un marxismo autodidacta, el Ché deja Argentina y se dedica a recorrer el continente en busca de aventuras. Su aventurismo lo llevó a México donde conoció a Fidel Castro que preparaba entonces, la expedición del Granma, a la cual se unió sin mucho indagar. Ya en la Sierra Maestra comienza a revelarse como persona sin escrúpulos sedienta de sangre, cuando instruye a sus subalternos a que “ante la duda, maten sin preguntar” . Esta tarea logra un macabro acabado con los cientos de fusilamientos que personalmente dirigió en La Cabaña. A la Tricontinental, reunida en La Habana, el Ché envía un mensaje en el que descubre su mente perturbada cuando defiende “el odio como factor de lucha, porque es capaz de convertir al ser humano en una efectiva y fría máquina de matar” .
El Ché nació para ser un segundón, en el caso de la revolución cubana, de Fidel y Raúl. Carecía de la visión estratégica para ser militar y abandona a los pocos meses del triunfo el ejercito rebelde. En su afán de sentar doctrina se enfrentó primero a los comunistas cubanos y después a la Unión Soviética como lo manifestó en sus discursos ante la ONU en el 64 o en Argel en el 65.
El Ché no sirvió para llevar a feliz término proyecto alguno que dirigiese. Fracasó como presidente del Banco Nacional de Cuba a pesar de su desfachatez cuando firmaba como Ché las nuevas emisiones de billetes. Fracasó como flamante ministro de Industria donde no pudo crear ni una sola fabrica y quebró, en pocos meses, las muchas que expropió. Y fracasó por su soberbia e ineptitud en el Congo y finalmente en Bolivia, abandonado por Fidel Castro y traicionado por los comunistas del patio. A los que pretendan seguir su ejemplo, le recordamos que el que a hierro mata, a hierro muere.