Los absurdos argumentos del CNE
El CNE acaba de informar que Maduro ganó por 562.010 votos en las 5.729 mesas impugnadas. Ante esa afirmación, yo les pregunto a Tibisay y a las tres otras magistradas que forman el maduro cuarteto: ¿Por qué no piensan antes de incurrir en otra aporía? ¿Acaso no saben que el resultado de esas mesas fue impugnado, precisamente, porque en ellas, según el CNE, Maduro ganó?
Y no me vengan con que en esas mesas el triunfo del candidato del gobierno quedó corroborado al verificarse que los votos contados manualmente correspondían a los reflejados en las actas emitidas por las máquinas. Las impugnaciones de Capriles y la MUD se basan en el hecho de que un alto volumen de los votos emitidos han podido ser nulos, por diversas razones como: votos asistidos, electores que votaron más de una vez, electores muertos que votaron, huellas que no corresponden al elector que aparece votando en el cuaderno de votación. La auditoría, para que pueda aclararse la verdad de lo ocurrido el 14 de abril, no puede limitarse al hecho de que el número de papeletas contadas corresponde al reflejado por las máquinas. Esa comparación es condición necesaria pero no es suficiente. La auditoría integral, tal como la habían convenido, tanto Maduro, como el CNE Y UNASUR, debía incluir, además de ese cotejo, la revisión exhaustiva de los cuadernos de votación, la revisión de las capta-huellas y de sus datos, contando con el registro de huellas dactilares que, desde antes de octubre del 2012, el CNE se había comprometido a entregar, más las actas de denuncias de irregularidades durante el proceso, etc.
La memoria corta del cuarteto, o su silencio voluntario y cómplice, hacen que no tomen en cuenta que, con motivo de las elecciones primarias de la MUD, tanto el inefable Jorge Rodríguez, que había sido presidente del CNE, como Diosdado Cabello, habían puesto en duda la pulcritud de esas primarias y habían manifestado que no podía haber una auditoría confiable sin el examen de los cuadernos de votación.