La sartén por el mango
El plato fuerte del escenario internacional de esta semana sin duda es de nuevo el de la turbulencia que sigue reinando en nuestra relación con los Estados Unidos.
Jose Miguel Insulsa el recién estrenado Secretario General de la OEA al dejar el país para pisar suelo colombiano hizo serios votos por que sean limadas las asperezas entre estas dos naciones tradicionalmente tan cercanas.
Insulza se sintió en la obligación de recordarnos los elementos valiosos que juegan en la relación binacional con el norte, suficientes ellos para que se hagan un gesto de acercamiento que lleve a los dos paises a dirimir sus diferencias.
Pero un acercamiento entre Bush y Chavez no parece estar en el panorama político de ninguno de los dos lados.
Debe resultarle muy cuesta arriba al gobierno de estadounidense considerar sin resquemor un acercamiento con en nuestro, asediado como está por una estrategia erosiva bien orquestada desde Caracas que toca al mandatario americano y de sus ejecutorias. Hasta un hecho tan lamentable como el desalojo de las zonas inundadas por el Huracán Katrina fue severamente criticado por nuestro presidente cuando el llamado mundial es a la solidaridad.
Toda esta semana la utilizó el gobierno venezolano en cabeza de cada uno de sus mas destacados personeros, para exprimirle el jugo al lamentable episodio unilateral, execrable y fascistoide del predicador Pat Roberson quien torpemente se manifestó en público a favor de la desaparición física del presidente venezolano. De nuevo toda clase de epítetos y acusaciones fueron lanzados al rostro del gobierno estadounidense que Chavez y sus mas cercanos ministros hicieron aparecer como solidario de las insensateces del predicador. La presencia y la estatura del presbitero Jesse Jackson en el país fue también utilizada como telón de fondo para lanzar una vez mas dardos en contra de nuestro principal socio comercial.
Es claro que en un ambiente de constante diatriba, tratar de tender puentes hacia Venezuela resulta una tarea enormemente cuesta arriba.
La constante alusión a una imaginaria guerra asimétrica liderizada por George Bush y la satanización perpetua de todo lo que tenga que ver con el pais del norte, solo puede alentar un proceso de desvinculación que unicamente provocaría perjuicios al lado venezolano de la ecuación.
Estados Unidos importa 7% de sus necesidades petroleras de fuentes venezolanas. Nosotros colocamos en las costas del norte 70% de todo lo que producimos.
Al fin deberíamos preguntarnos en esta insensata pelea, quien es que tiene la sartén agarrada por el mango?
