Carta abierta a tres hombres malos:
Sr. Bush: España ha dado demasiadas vidas y ha derramado demasiada sangre para defender sus oscuros negocios petroleros de Irak. Ud. ha manejado a un pobre hombre llamado José Maria Aznar y también lo ha hecho así el Sr. Blair. El se creyó cuantas promesas le hicísteis, se sintió deslumbrado e importante en la historia como jamás pudo pensar. Se sintió, tal vez, Emperador de Europa, de esa Europa que uds. han despreciado y llamado «Vieja Europa».
Las cosas han ido mucho más lejos de lo que se podía imaginar. El pueblo español le dijo, claramente que no interviniera en esa guerra que sólo buscaba y se ha demostrado, petróleo gratis. Como ya dijo Blair: «cueste la sangre que cueste».
Creo que os habeis ganado a pulso el repudio de la sociedad del resto del mundo y de vuestros propios pueblos y ud. en el próximo mes de Noviembre lo va a sentir cuando sea desalojado de la Casa Blanca.
Ud. sólo ha exportado terror y repartido muerte y terror entre su propio pueblo.
El Sr.Aznar cegado de soberbia, orgullo y poder no hizo caso al pueblo y recuerde que fué Lincoln quien dijo que la democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo. Pero, sinceramente, Sr. Bush, dado su bajísimo nivel cultural es mucho pedir para ud.
En fin, Sr. Bush, sepa que ud. no es persona grata en España ni su gobierno tampoco lo es. Sepa que tengo confianza en que algún día vosotros tres finaliceis sentados como acusados de genocidio ante un Tribunal Internacional de Justicia y que como salieron los altos mandos del III Reich salgan declarados culpables y encarcelados para el resto de vuestras vidas en Spandau.Sí, a poder ser en Spandau para que entre sus frias paredes paladeeis el amargo sabor de vuestras atrocidades.
Las mismas que cometió Hitler y las mismas por las cuales juzgasteis a los vencidos en ese Tribunal de Nuremberg sin muchas garantias de imparcialidad. Blair, ese amanerado primer ministro inglés tampoco es ya persona grata ni ese general llamado Collin Powell.
Espero porque mientras espero mantengo esperanza de que la justicia aún existe.
Espero Sr. Bush entre el olor a sangre que habeis provocado derramar y el olor nauseabundo del vaquero tejano como ud. que sólo huele a whisky a excrementos de vacas a sudor y a humandad. Espero Sr. Bush.
Francisco Salas