¿Irán y Corea del Norte en vez de Integración Suramericana?
En momentos en que el Presidente Chávez criticaba duramente en Brasilia los acuerdos alcanzados por los Presidentes en su aspiración de crear una zona de libre comercio en la Comunidad Suramericana de Naciones, y se oponía a la existencia misma de la Comunidad Andina de Naciones, organismo que Venezuela preside, dos países que están aislados por el resto de la Comunidad Internacional Irán y Corea del Norte agradecían oficialmente a Venezuela por el apoyo incondicional que recibían de la Diplomacia Bolivariana.
“Agradecemos a Venezuela por ser el único país en el mundo en votar a favor del Iran” afirmó complacido Aledin Brujerdi, Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del parlamento de ese país al referirse al voto solitario de Venezuela en defensa de la opción nuclear de la diplomacia Persa en el seno de la Organización Internacional de Energía Atomica (OIEA). La mayoría de países votaron en contra mientras que unos pocos países se abstuvieron en rechazo a la criticable carrera nuclear Iraní, con la sola excepción del voto venezolano a favor del Irán.
El representante del Gobierno Bolivariano en Teherán Arturo Gallegos ratificó el respaldo de Venezuela al afirmar “el país hermano de Irán podrá seguir contando con el apoyo incondicional y la solidaridad del pueblo de Venezuela..”
En esos mismos días, el Vicepresidente de la Asamblea Nacional de Corea del Norte Young Hyong Sop, de visita en Caracas para participar en el Congreso Mundial Antiimperialista saludo “la decisión de Venezuela de abrir una Embajada en Pyongyang en el 2006” después de sostener entrevistas con el Vicepresidente José Vicente Rangel y el Vice Canciller William Izarra
Mientras estas alianzas con los nuevos “hermanos” Asiáticos se realizaban, la posición estratégica anti latinoamericana asumida por el Presidente Chávez en Brasilia constituye un desaire a sus colegas del sur, al país anfitrión y a los diplomáticos que negociaron el documento final de la Cumbre Suramericana de Naciones
Por otra parte, la falta de tacto de nuestra diplomacia en un encuentro multilateral, muestra una actitud neo-imperialista al suscribir acuerdos bilaterales en un momento poco apropiado ya que afecta la agenda acordada por todos y deja a los demás países suramericanos de lado mientras firma jugosos acuerdos petropopulistas con Brasil y Argentina.
El país anfitrión actuó mal al marginar a los otros invitados y privilegiar sus intereses con el acto bilateral destinado a lograr el financiamiento de la refinería de Pernambuco. El Presidente Kirschner actuó peor, porque viajó a Brasilia para suscribir contratos agro industriales con Venezuela, y después del evento bilateral regresó a Buenos Aires sin permanecer en la reunión con sus otros colegas.
Estas actuaciones desconsideradas con los países vecinos no deben importarle mucho a nuestro Jefe de la Diplomacia Nacional, porque tenemos como nuevos aliados al Irán y a Corea del Norte.