La toma de Caracas
La oposición utiliza los únicos recursos a su alcance ¿Cuáles? Los que le garantiza la Constitución vigente. La Toma de Caracas, convocada por la MUD para el 1º de Septiembre, se fundamenta en la garantía constitucional de manifestar y protestar pacíficamente. Una jornada política de ese calibre, obviamente, no puede promoverse en frío como si fuera actividad política de rutina. Es absolutamente indispensable motivar a la gente, infundirle esperanza y entusiasmo, contrarrestar toda manifestación de pesimismo o desaliento.
El gobierno la considera desafío y amenaza, atribuyéndole a la MUD intenciones “golpistas”. Eso es indicio de lo que hará para impedirla. No sólo la Fuerza Armada, también los colectivos paramilitares armados seguramente se lanzarán a sembrar el terror en las calles de Venezuela, obviamente infiltrando previamente en las filas de oposición agentes provocadores.
Causa risa que Maduro se compare con Erdogan, el presidente de Turquía, quien develó una conspiración de vastas proporciones. El líder turco anunció una reforma constitucional para establecer la pena de muerte. Maduro no necesita ese tipo de reforma. Él aplica la pena de muerte de hecho, sin que ésta aparezca en la Constitución. El descaro es tan grande que el Tribunal Supremo de Justicia ratificó la decisión de que puede hacerse uso de las armas de fuego para el control del orden público.
Si en el seno del gobierno existiese un núcleo de poder suficiente para imponerle a Maduro neutralidad y respeto ante la manifestación del 1º de Septiembre, el país y el mundo se darían cuenta de que carecen de fundamento los temores oficiales de que ese día se desbordará la violencia. Desafortunadamente, ese núcleo civilizado de poder no existe; o de existir no se atreve a hacerse presente todavía.
Maduro continuará amenazando. Es lo único que sabe hacer, lo único que ha hecho desde que el azar –o la maniobra habanera– lo llevó a Miraflores. Puede que en el seno de la oposición uno que otro estratega de la resignación se incline a buscar contactos y acomodos, pero millones de compatriotas, por su libre y soberana voluntad, con la frente en alto, impulsados por el orgullo de ser venezolanos, llenarán ese día las calles de Caracas y de todas las ciudades de Venezuela para poner en evidencia que la mayoría determinante de los venezolanos apoya el Referendo Revocatorio.
¡Todos a la calle el 1º de Septiembre!