Álvaro Uribe Vélez

(%=Image(5658582,»L»)%) Álvaro Uribe Velez había sido miembro del Partido Liberal Colombiano, y se salió por no estar de acuerdo con la política de distensión con la Guerrilla Colombiana del Presidente Andrés Pastrana en San Vicente del Caguan; alegaba que era un asunto de «principios» ya que con «Con bandidos y asesinos no se negocia», etc.

Para ese momento, es decir, a principios del año 2000, las encuestas le daban un 5 % de intención de voto, mientras que Horacio Serpa que sí se había quedado militando en el Partido Liberal galopaba cómodamente en las encuestas; no solo sobre Álvaro Uribe Velez sino también sobre el candidato del Partido Conservador, partido al que pertenece el ex presidente Andrés Pastrana.

Como será la política de sorpresiva que no hay nada imposible: hoy en día Andrés Pastrana es el flamante embajador de Uribe Velez ante George W. Bush, «líder del Imperio», según el que te conté.

Además, en las recientes elecciones del domingo pasado donde Álvaro Uribe Velez ganara con el 62 % de los votos, el partido Conservador apoyó a Uribe, y ahora le pide puestos en su próximo, es decir, «el que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija».

Retomando lo de San Vicente del Caguan, no queremos hacer aquí un análisis tan complejo sobre este tema, brevemente diremos que las buenas intenciones del Presidente Pastrana naufragaron.

El mismo Pastrana, pocos meses antes de las elecciones del año 2002 tuvo que dar marcha atrás y eliminar la zona de de distensión de San Vicente del Caguan.

San Vicente del Caguan se había convertido en un Estado Terrorista dentro del Estado Colombiano.

San Vicente del Caguan le había permitido a La Guerrilla Colombiana ganar tiempo y más tiempo para reestructurarse mejor, como en efecto pasó.

Mientras que el candidato Horacio Serpa y demás candidatos y candidatas colombianas se la pasaban yendo a San Vicente del Caguan a las pacifistas «conversaciones de paz», Álvaro Uribe Velez se negó rotundamente a ir.

No solo decía que «con bandidos y asesinos no se negocia», sino que aparte que manifestaba que era una perdedera de tiempo, era además darle oxigeno a La Guerrilla, y que de llegar al poder eliminaría aquello, a lo que prácticamente calificaba de traición a La Patria.

Además San Vicente del Caguan se convirtió en un show político muy bien aprovechado por La Guerrilla Colombiana para sus fines propagandísticos, que en un principio le funcionó muy bien.

Solamente iban políticos colombianos menos por supuesto que Uribe, el que te conté estaba desesperado por ir, sin embargo, en un inusitado acto de astucia de Pastrana, éste no se lo permitió, ¿cómo hubiera sido ese circo y ese show?, ¿de qué se hubiera disfrazado?

Hasta gente de Wall Street y el Jet Set Internacional fue a San Vicente del Caguan, Manuel Marulanda alias «Tiro Fijo» se convirtió en una celebridad.

Actores, actrices, escritores, poetas, deportistas, defensores de los derechos humanos, pacifistas, ricos y pobres, negros y blancos, bellas y feas, gordos y flacos, etc. iban en «peregrinación» a retratarse con «Tiro Fijo», El Mono Jojoy, etc., es decir, San Vicente del Caguan se llenó de todo tipo de gente, sobre todo de pantalleros.

Hasta un hombre serio y genial como lo es el pintor colombiano Fernando Botero, pintor de «los gordos», y que logró hacer de la gordura un arte y algo de lo qué no hay que avergonzarse, se puso en la onda de andar pintando en sus cuadros, a «Tiro Fijo» como factor de paz, etc.

En el año 2002, hace exactamente cuatro años el pueblo colombiano votó mayoritariamente por Uribe cansado de aquel circo pacifista, y el domingo pasado bajo algunas circunstancias un tanto distintas volvió a ganar con un 62% de las votaciones, sacando una votación mayor que hace cuatro años, sin embargo, esta vez está ofreciendo negociaciones con las FARC, haciendo mención que actualmente existen en CUBA negociaciones con el ELN.

Hace cuatro años Uribe había hecho una campaña electoral algo similar a lo que aquí fue la campaña electoral de Alfredo Peña en el año 2000, cuando ganó abrumadoramente La Alcaldía Mayor de Caracas con su slogan: «plomo al hampa»; dentro de su estilo, palabras mas, palabras menos, Uribe decía: «Plomo a La Guerrilla «, y así sucesivamente. Ya eso no es así; ahora vuelve al espíritu de las negociaciones de Pastrana pero nunca con la idea de un nuevo San Vicente del Caguan.

Álvaro Uribe Velez vuelve a ganar por su plan anti-terrorista aunque en materia de negociaciones se haya flexibilizado un poco; pero en esencia una de las tareas más importantes que tiene es acabar con las guerrillas, bien sea que las arrincone y las destruya, o porque negocie con ellas.

Además, con los Paramilitares entre avances y retrocesos se están logrando muy importantes negociaciones que en un futuro no muy lejano pudieran, sino acabarlos, al menos reducirlos a su mínima expresión.

Álvaro Uribe Velez vuelve a ganar porque la mayoría del pueblo colombiano quiere un Tratado de Libre Comercio (TLC) con USA, y no quiere el marxismo, y menos el castro-comunismo.

Álvaro Uribe Velez vuelve a ganar porque es un estadista, un hombre firme y recio pero que a la vez tiene mano izquierda, incapaz de insultar a nadie y decirle palabras procaces, ordinarias, soeces, groseras, chabacanas…

Que envidia haber visto las elecciones colombianas del domingo pasado donde se contaban todas las papeletas en público, sin REP envenenado, sin maquinitas tramposas, sin caza huellas que impiden que el voto sea secreto, sin migraciones fraudulentas, sin cuadernos electorales chimbos conectados con las caza huellas para leer el voto del elector, sin listas de Tascón y de Maisanta donde los electores están fichados, sin militares abusadores, sin leyes mordazas que censuran y auto censuran la verdad electoral, es dos palabras: sin fraudes.

Y a las tres horas ya se sabía quien había ganado, nadie cantó «fraude» y los candidatos opositores no solo reconocieron sino que también le hicieron exigencias al re-electo presidente Álvaro Uribe Velez.

Y éste, en un acto de nobleza le tendió la mano a sus rivales a los que calificó de «contendores» pero nunca de «enemigos»; y además los invitó a trabajar unidos por el bien de Colombia.

¡Que envidia!, y pensar que eso aquí también pasó en lo que «los revolucionarios» venezolanos de hoy en día» llamaron «la putrefacta Cuarta República»; donde a pesar de los humanos defectos y fallas, las elecciones eran limpias y transparentes como lo fueron en Colombia el pasado domingo.