La Nueva Diplomacia Bolivariana en el Medio Oriente.
La diplomacia bolivariana abandonó de repente la posición que venía manteniendo durante los últimos 7 años, y que se identificaba con la posición de los países del Continente que condenan el uso de la fuerza y la búsqueda de una solución pacífica que frene las hostilidades.
No hay duda alguna de que Venezuela debe sumarse a la posición asumida por países de América Latina y del mundo, quiénes condenan las acciones militares israelíes en su respuesta a los ataques del Hizbola ubicados en el Sur del Líbano cuando ello afecta a la población civil libanesa.
Pero lo que asombra es el nuevo perfil diplomático repentino con el grave silencio oficial ante los bombardeos que las fuerzas del Hizbola han provocado inicialmente contra ciudades como la poblada Haifa, la cristiana Nazaret y otras poblaciones judías.
Sorprende igualmente que las declaraciones del Gobierno no se refieren a la indebida utilización de misiles sirios, el no rechazar el apoyo económico y militar del Irán a los terroristas árabes, la ausencia de mención a que se liberen a los israelíes secuestrados por el Hamas y el Hizbolá, el acento amenazador del discurso Presidencial contra Israel, la desproporcionada nota diplomática emitida por la Cancillería que sólo menciona la evacuación de venezolanos de Líbano, pero nada dice de los venezolanos en el Norte de Israel, o la promoción de Radio Nacional de Venezuela, medio oficial del Estado con una cuña publicitaria exhortando una marcha contra la Embajada de Israel el Jueves 20 de Julio.
La nueva posición militante introduce agresivamente una nueva línea divisoria de odios y confrontaciones en nuestra población. Nuestra tierra de asilo siempre mantuvo sus brazos abiertos tanto a los palestinos como a los israelíes, tanto a los musulmanes y cristianos como a los judíos. La posición equilibrada del país ayudaba a que los árabes y judíos pudieran compartir su incorporación a la nueva Patria.
Venezuela siempre ha dado su respaldo a los palestinos en su aspiración de dotarse de un Estado Palestino, pero además siempre dio su respaldo a la existencia del Estado de Israel. Siempre hemos condenado la violencia extrema exhortando a las partes en conflicto a que encuentren una solución pacifica para dirimir sus profundas diferencias.
El hecho de condenar unilateralmente a Israel en la compleja y aterradora guerra que se radicalizó en los últimos días, no nos acerca a posiciones constructivas como las pronunciadas por el G 8, por Su Santidad el Papa o por la ONU exhortando un cese del fuego de ambas partes. Todo ello muestra la opción unilateral que nos aísla cada vez más a Venezuela de nuestros aliados naturales.
Esperemos que esta posición sea transitoria, y que nuestra Tierra de Gracia logre dar su apoyo para la consolidación de la paz en el Medio Oriente.