Monumento Antimperialista

Oscar Niemeyer diseñador de Brasilia, la ciudad capital de nuestro país vecino, es sin duda uno de los más connotados arquitectos del siglo pasado y ocupa junto a Le Corbusier, Gropius y Wright un sitial entre los insignes creadores del arte del concreto.

También Niemeyer fue desde jóven, miembro del partido comunista brasileño y en diversas ocasiones tuvo la valentía de decir “no esconderé nunca mis convicciones comunistas”cuando una confesión de esta naturaleza podía costarle cárcel. Pero es precisamente en esta faceta política, donde Niemeyer comete graves errores de acción y de omisión. Jamás reprochó o condenó, a los sanguinarios dictadores Stalin, Mao o Fidel, posiblemente porque sus convicciones se lo impedían.

Con motivo de la Cumbre de Mercosur celebrada recientemente en Río, le prometió a Hugo Chávez, diseñar un monumento de cien metros de altura para perpetuar la memoria de Simón Bolívar. A los pocos días mostró al mundo, el compromiso adquirido: una flecha de concreto inclinada, dentro de su estilo arquitectónico vanguardista. Pero en su incontinencia marxista, añadió que el monumento debería orientarse al norte, para recordar la lucha de los pueblos contra el imperio nortemericano.

Vuelve el comunista a equivocarse, por que si hay una lucha de los pueblos latinoamericanos, es precisamente, la de ver como se llega al imperio para aprovechar las oportunidades de trabajo, y con las remesas del sustento bien ganado, mantener a sus familias en la patria de origen. La flecha de Niemeyer, lejos de simbolizar una acusación contra EUA, más bien pareciera una invitación a seguir el camino de millones de latinos, que agobiados por el estatismo y la demogagia en sus países, huyen hacia el norte en busca de nuevos horizontes, dentro de ese capitalismo, que el comunista insiste en enterrar, cuando lo que sí ha muerto sin gloria, para beneficio de la humanidad, es el comunismo, soviético, el chino y pronto el cubano.