Carta Pública a Nicolás Maduro (II)
Señor presidente:
Me dirijo a usted, en esta segunda oportunidad, para plantearle algunos otros aspectos de la actual crisis nacional que enfrenta Venezuela, los cuales no pude hacerle en mi anterior carta por falta de espacio en mi columna de El Nacional. Terminé mi misiva planteándole “que convocar el Referendo Revocatorio este año es lo más conveniente para nuestro país y para usted”… Además le hacía ver que “en política siempre hay tiempo para recuperarse” y le recomendaba “que no se dejara engañar por Raúl Castro, cuyo único interés es continuar recibiendo nuestro petróleo”. Los jefes de Estado siempre enfrentan el riesgo de la traición. Estoy convencido que muchos de sus asesores y compañeros de partido piensan que lo que más le conviene al PSUV es que usted salga de la Presidencia de la República el año próximo sin importarle su destino político y personal, ya que así toda la responsabilidad histórica de este gran fracaso sólo le correspondería a usted y les permitiría preservar el poder a numerosas figuras del chavismo que se encuentran vinculadas al inmenso saqueo nacional. Su situación es de tal gravedad que no veo como va usted a enfrentarla. Esta realidad me conduce a recomendarle que renuncie lo antes posible.…
Es la única solución que le permitiría a usted evitar una severa derrota y continuar su carrera política en las filas del PSUV. No tendría usted que contarse. Recuerde que su rechazo nacional alcanza a más del 80 %. En democracia es igualmente importante ser gobierno u oposición. El PSUV es un partido con suficiente capacidad para recuperar su fortaleza. Su renuncia le permitiría mantener vigencia en el ejercicio de la política. Aproveche esa oportunidad. No conduzca a los venezolanos a un trágico enfrentamiento entre hermanos. Las acciones de su gobierno son anárquicas y muy mal orientadas. Es inexplicable que en una situación económica tan compleja, Aristóbulo Iztúriz se atreva a utilizar su nombre para amenazar a los empresarios privados con la toma por los obreros de las empresas que cierren, sin tomar en cuenta que esas medidas irrumpen contra la necesaria confianza que requiere inspirar cualquier gobierno para enfrentar una crisis tan grave como la venezolana. Su nuevo decreto de ampliar por 60 días más el Estado de Excepción y Emergencia Económica, es un inexcusable error que lo único que logra es incrementar la gravedad de la crisis. Reflexione presidente, usted está equivocado. Ese no es el camino. Renuncie…
La ceguera ideológica de Hugo Chávez y de usted nos ha conducido a esta situación de caos generalizado que vive Venezuela. Sus gobiernos han sido los responsables del despilfarro de más de 1.3 billones de dólares ($ 1.3×1012) en medio de los mayores niveles de corrupción de nuestra historia, que según los cálculos de varios ex ministros de Hugo Chávez, que ahora se han alejado de usted, puede alcanzar a más de 200.000 millones de dólares. Además, se ha endeudado irresponsablemente a Venezuela, comprometiendo su soberanía, en más de 300.000 millones de dólares. La pésima conducción de la PDVSA chavista han conducido a una drástica caída de la producción de cientos de miles de barriles diarios. En estos trágicos años de imposición de ese modelo, que el régimen chavista llamó “Socialismo del Siglo XXI”, lo único que ustedes han logrado es dividir a los venezolanos entre sus partidarios que han podido disfrutar, sin ningún tipo de limitación, las mieles del Poder y la mayoría de nuestro pueblo que ha tenido que acostumbrarse a un inaceptable deterioro de su calidad de vida y al permanente atropello de los funcionarios de su gobierno y los colectivos armados.
Su gran error histórico fue el no haber tenido el carácter, el liderazgo y la voluntad necesarios para rectificar la absurda orientación política, económica y social impuesta por Hugo Chávez apenas asumió el gobierno nacional. Era imposible, que en medio de la grave y previsible caída de los precios petroleros, usted pudiera seguir con la caótica administración y absurdo populismo del gobierno anterior. Esa perniciosa debilidad condujo a su gobierno a la actual tragedia nacional y a un inmenso rechazo a su persona. Quiera usted o no, su tiempo terminó. Es momento de entregar el poder. Hágalo con dignidad. No someta a nuestro pueblo a mayores sacrificios y tampoco busque provocar una crisis institucional. Piense en la historia. Es lo único que le queda… Una de mis preocupaciones es el destino de la Fuerza Armada Nacional. Los gobiernos chavistas han logrado ampliamente su cometido de destruir su prestigio y credibilidad involucrándola en funciones de gobierno para hacerla corresponsable de todos sus errores. Además, esa injustificada decisión ha provocado un sorprendente crecimiento en los niveles de corrupción de nuestra Institución…Reflexione presidente Maduro, piense en Venezuela y no en sus intereses políticos…