La Espectacular Operación Emmanuel
Cuando Uribe dio por concluidas las funciones de Chávez como facilitador humanitario, esta decisión produjo la reacción de airados insultos contra su colega, la “congelación de relaciones” y diferentes amenazas de ruptura.
Pero esta limitación diplomática no duro mucho tiempo ya que el Jefe Bolivariano decidió reasumir sus funciones de manera unilateral, multiplicando los contactos directos con otros Mandatarios, anunciando planes para rescatar a los secuestrados, proponiendo soluciones políticas al conflicto interno Colombiano, respaldando viajes de su nueva Embajadora Itinerante Piedad Córdoba, y aumentando las reuniones con los familiares de los secuestrados. Todo ello ampliamente difundido por la prensa nacional e internacional.
Las FARC reiteraron su respaldo a Chávez al anunciar como gesto de agradecimiento a sus gestiones, la liberación de tres rehenes: la parlamentaria Consuelo González, la candidata a la Vice Presidencia Clara Rojas y su hijo Emmanuel, concebido y nacido en cautiverio como resultado de la relación con uno de sus secuestradores, cuyo nombre paradójicamente le fue dado a la Operación de rescate.
Tras largos días de postergaciones, por fin, uniformado en traje de campaña, el Mandatario Venezolano expuso con lujo de detalles los alcances del desplazamiento de una caravana aérea integrada por helicópteros, aviones y una compleja logística, ante una comparsa de entusiastas testigos procedentes de países miembros del ALBA -como Cuba, Bolivia, Ecuador además de aliados como Kirschner de Argentina, Marco Aurelio García de Brasil e incluyendo la presencia discreta de diplomáticos de Francia y Suiza . Entre los insignes invitados no falto un lugar privilegiado para el cineasta Oliver Stone comprometido con producir un documental al estilo de las super-producciones de Hollywood –como bien merece este “espectáculo diplomático-humanitario”
El Gobierno Colombiano acepto el inusual procedimiento demostrando prudencia, apego en respaldar una solución humanitaria, aprobando todas las condiciones venezolanas, brindando todas las garantías exigidas, pero imponiendo una sola condición al exigir que el operativo se realice bajo las banderas y las garantías establecidas por la Cruz Roja Internacional en cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario.
Esta Operación Agridulce, deja el sabor dulce de la libertad de tres rehenes, pero el riego del sabor amargo de posibles manipulaciones en el futuro, ya que todavía permanecen decenas de otros rehenes, entre ellos Ingrid Betancourt y varios venezolanos que ni siquiera figuran en la lista de los secuestrados por liberar. Ojala los próximos episodios humanitarios normalicen las relaciones Colombo-Venezolanas y se basen en los requerimientos de Estado y no que se imponga el lema de los actores de teatro que afirman que “el espectáculo debe continuar”.
