Socialistas Comeflor Todavía No Entienden a Castro
Nevertheless, it is necessary to remember that a planned economy is not yet socialism. A planned economy as such may be accompanied by the complete enslavement of the individual. The achievement of socialism requires the solution of some extremely difficult socio-political problems: how is it possible, in view of the far-reaching centralization of political and economic power, to prevent bureaucracy from becoming all-powerful and overweening? How can the rights of the individual be protected and therewith a democratic counterweight to the power of bureaucracy be assured?
Albert Einstein
Traducción al español:
Sin embargo, es necesario recordar que una economía planificada todavía no es socialismo. Una economía planificada como tal puede estar acompañada de una completa esclavización del individuo. Lograr el socialismo requiere la solución de algunos problemas socio-políticos extremadamente difíciles: ¿Cómo es posible; ante una sobreextendida centralización del poder político y del poder económico, evitar que la burocracia se convierta en todo-poderosa y arrogante? ¿Cómo pueden ser protegidos; y en consecuencia asegurar, los derechos del individuo y con ello un contrapeso democrático al poder de la burocracia?
En este artículo escrito por el sabio alemán-estadounidense; Albert Einstein, en el ejemplar inaugural de la revista Monthly Review, lo que Einstein nos está diciendo sin insultarnos, es: “Si yo, la más avanzada de las inteligencias que existen en el mundo no soy capaz de encontrar las respuestas a esos extremadamente difíciles problemas socio-políticos del socialismo; ustedes, comunes mortales, jamás serán capaces de encontrarlos: el socialismo conduce a una todo-poderosa y arrogante burocracia que esclaviza al individuo e impide los contrapesos democráticos al poder absoluto”.
Y eso lo sabía Karl Heinrich Marx—y sobre todo lo han sabido; y también lo saben—los aspirantes a déspota, de todo el mundo, que dicen ser socialistas, y le venden las ideas de Marx a los incautos, haciéndoles creer que con el socialismo los desposeídos, los explotados, los trabajadores asalariados, y más recientemente los indígenas latinoamericanos, alcanzarán el Nirvana sociopolítico. Y sobretodo, eso lo sabe muy bien Fidel Castro, quien aún moribundo, ferozmente grita: ¡No habrá ningún cambio en Cuba!—sólo la tradicional monárquica sucesión del poder absoluto a su ya archiconocido heredero: Raúl Castro. Los socialistas comeflor de Venezuela, han escrito abundantes artículos de opinión, afirmando que la renuncia de Castro a la presidencia de Cuba “marca un hito histórico”—creyendo que algo va a cambiar en Cuba de ahora en adelante. El socialismo tiene todas las características de una religión: está fundamentado en dogmas que van a contrapelo de la ciencia—y cualquiera que pretenda apartarse de ellos es tildado de revisionista; es decir; de ¡ hereje ¡, y apartado del partido—y esto ha producido en todo lugar del mundo, que los dogmáticos socialistas, fragmenten los partidos originales, para fundar otros partidos socialistas con nombres diferentes; los que al poco tiempo, son igualmente fragmentados por sus dogmáticos integrantes, quienes ante la desesperación que les produce el hecho de no lograr sus objetivos socio-políticos y económicos, y rehusarse a abandonar sus dogmas, siguen fragmentándose y repitiendo las mismas creencias religiosas de su credo político ad nauseam—como ha ocurrido en Venezuela con la sucesión: Partido Comunista de Venezuela—MIR—MEP—MAS—Causa R—PPT—MVR—PODEMOS—UNT y PSUV; sólo para mencionar a los más conocidos partidos socialistas nacionales de Venezuela; porque hay otros miles en los ámbitos estadal y municipal.
