La MUD avanza por las dos bandas, por Xabier Coscojuela
La dinámica política nacional sigue acelerada. La semana pasada concluyó con la incorporación de los diputados elegidos por Amazonas a la Asamblea Nacional. Esta semana se inicia con la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE), de reconocer que la Mesa de la Unidad Democrática recogió el 1% de las firmas necesarias para constituirse en la agrupación que puede solicitar el referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro.
En el primer caso, desde el Gobierno y sus poderes satélites se respondió como era de esperarse. El CNE, el procurador general de la República y la sala electoral del Tribunal Supremo de Justicia cantaron en coro y no desafinaron: la Asamblea Nacional (AN), está en desacato, los diputados de Amazonas no pueden incorporarse y todas las decisiones que tome el Parlamento en las que participen dichos diputados son nulas.
La pregunta a responder es qué hará de ahora en adelante el Ejecutivo. Los referidos diputados han llegado a dormir dentro de la AN para eludir la detención por parte de la policía política. Sin embargo, una decisión de ese tipo tendría un costo muy alto para el Gobierno internamente pero, sobre todo, internacionalmente. No hay que olvidar que en la Organización de Estados Americanos están muy pendientes de lo que ocurra en Venezuela.
A lo anterior hay que agregar lo que está pasando en Mercosur. El gobierno de Hugo Chávez primero y ahora el de Maduro le quisieron quitar protagonismo a la OEA y dárselo a otros entes regionales como Mercosur. En la actualidad, y luego de que finalizara el período de Uruguay, la presidencia pro tempore de esta alianza subregional le correspondía al Ejecutivo venezolano pero Argentina, Brasil y Paraguay se opone a que esto ocurra. Las posiciones de los dos primeros países son una demostración palpable de la pérdida de apoyo internacional que tiene hoy Miraflores.
También tienen que tomar en cuenta a los mediadores que están intentando concretar el diálogo entre Gobierno y oposición. Si ya hay un cuestionamiento muy importante en sectores adversos a Maduro hacia los mediadores, una medida policial contra los diputados los pondría en una situación muy comprometida, por muy amigos del Ejecutivo venezolano que sean. Será el momento de comprobar qué tan importante es el diálogo para el Presidente. Hasta ahora ha sido una manera de lavarse un poco la cara ante el mundo. Veremos si echa todo lo que ha podido ganar a la basura.
Por su parte, el Parlamento tiene que mantener la incorporación hecha que, en nuestra opinión, tardó demasiado en tomar. La amenaza de que sus decisiones sean nulas no hará sino repetir lo que ha venido ocurriendo desde que se instaló la actual AN, pues todas sus decisiones han sido desconocidas por el Ejecutivo quien para ello se ha apoyado en la sala constitucional del TSJ, pretendiendo obtener un barniz de legalidad que no sirve para ocultar el abuso.
En cuanto al anuncio del ente electoral hay que destacar que las palabras de la rectora presidenta estuvieron muy en la línea con las que ha venido expresando el Partido Socialista Unido de Venezuela, pues durante su intervención pasó la mayor parte del tiempo destacando las supuestas irregularidades que se produjeron en la recolección de firmas, informando además que pedirán una investigación a la Fiscalía e incorporando al informe las peticiones hechas por el partido de gobierno. La conducta de las rectoras no puede ser más disciplinada.
La MUD ha logrado dar un paso más en el logro del revocatorio presidencial. Es cierto que el tiempo transcurrido es exagerado y que los escollos por superar son enormes, pero se ha avanzado. Ahora bien, la entente opositora debería ser más seria a la hora de hacer los anuncios. Todos sabían que el CNE no iba a dar todavía la fecha de recolección del 20% de las firmas, para eso todavía falta.
También es verdad que tiene que aumentar la presión sobre Tibisay Lucena y el resto de las rectoras pues todas ellas participan de la decisión de retrasar la consulta lo más posible. Como vemos la semana terminó a favor de la oposición y se inicia de la misma manera, pero hay mucho partido por jugar todavía.
