Personas diagnosticadas con cáncer sobreviven cuatro décadas después
Más de 170.000 personas diagnosticadas de cáncer hace 40 años en el Reino Unido han logrado sobrevivir a esta enfermedad, según un informe realizado por Mcmillan Cancer Support.
Los datos que aporta la investigación, titulada «Cancer: Then and now», muestran que actualmente las personas con cáncer tienen el doble de probabilidades de sobrevivir que aquellas diagnosticadas a principios de la década de 1970.
Aun así, según los científicos que han llevado a cabo este estudio divulgado en esta «extraordinaria» cifra varía considerablemente dependiendo del tipo de cáncer.
Las causas de este aumento en la tasa de supervivencia están motivadas principalmente por la mejora y sofisticación de los tratamientos así como por el aumento y la rapidez de los diagnósticos.
Sin embargo, los investigadores advierten de que este incremento provocará un aumento de personas viviendo con efectos secundarios a largo plazo, lo que acrecentará la presión en el sistema sanitario.
1 de 4 pacientes tendrá efectos adversos
Estiman que alrededor de 625.000 personas en Reino Unido se enfrentarán a una salud precaria y a serias discapacidades tras recibir los tratamientos.
Según afirma la directora de Macmillan, Lynda Thomas, «tras superar el cáncer uno de cada cuatro pacientes saldrá muy, muy debilitado y con serios efectos secundarios».
Actualmente cerca de 42.500 personas que fueron diagnosticadas de cáncer durante las décadas de 1970 y 1980 siguen sufriendo consecuencias a largo plazo.
Muchos de los pacientes no reciben suficiente información acerca de la enfermedad y desconocen los potenciales efectos adversos de los tratamientos.
«A veces nos encontramos casos de pacientes que nos han dicho ‘no tenía ni idea de que esto iba a pasar'», comentó la experta, quien expresó su deseo de que esto ocurra «cada vez menos» y de que los profesionales «mejoren a la hora de explicar las consecuencias del tratamiento».
De cara al futuro, el reto para los profesionales consiste en estar al día de los posibles efectos adversos que los nuevos medicamentos puedan provocar, con el objetivo de proporcionar a los pacientes la información pertinente.