Diálogo con hambre no dura
“El hombre que ha de mendigar amor es el más miserable de todos los mendigos.” Rabindranath Tagore
El hambre, a diferencia del diálogo, no espera, al contrario, urge (https://www.youtube.com/watch?v=9mbRcdenZ4c) llenar la barriga con algo que evite efectos perniciosos de loa jugos gástricos no tanto en la humanidad de quienes no tienen que comer en Venezuela sino en el tejido social que sirve de sustento a toda trama política, sea de izquierda o derecha, por lo cual no es aventurado afirmar que el hambre será el instrumento que remueva desde sus cimientos al chavismo, y tras de sí, al calamitoso madurismo. De tal manera, que si gobierno y oposición llegaran a sentarse a dialogar existiendo desabastecimiento, carestía de alimentos y medicinas, ese esfuerzo estará destinado al fracaso, como ya lo está teniendo como mediadores a unos bichos de uña cuya actuación si ha servido de algo, es para mandar tras las rejas a un significativo número de activistas políticos de la oposición y enrarecer aún más nuestro ya turbio panorama político.
Sin duda el referendo revocatorio es de importancia capital en este momento, pero seamos realistas, el hambre se impondrá a la final como factor de cambio, de hecho, es el factor como mayor incidencia en la tendencia progresiva favorable a esa salida constitucional; José Vicente Rangel (https://www.youtube.com/watch?v=VBx8AK_7Ny8) reconoció la percepción negativa de los Clap y del plan con que Padrino estaría controlando el poder, una realidad que hace presumir una mayor hambruna o suponer que 2 años y medio más con Maduro como Presidente, o fingiendo serlo, será como tener a la huesuda rondando a cada momento en torno a nosotros, no por la inseguridad campante sino por la inanición que nos consumirá agresivamente como a los pobres animales de nuestros paupérrimos zoológicos, de los cuales muchos se han muerto de hambre a la par de infantes que correrían con igual suerte, hambre para la cual no pareciera existir un freno a corto o mediano plazo, es decir, la cosa es pa´ largo, siendo así se dificultaría un diálogo duradero, menos fructífero.
Al diálogo se le han puesto múltiples condiciones, menos la de ponerle un parao al hambre que está acrecentando la deserción escolar a pasos agigantados, ponerle un parao al hambre generado de robos, saqueos, estafas, de una conflictividad social cada día en aumento, ponerle un parao al hambre que nos está colocando en la bomba de tiempo de la que habló en difunto cuando recibió la banda presidencial de manos de Caldera. Tic tac tic tac, dicho Chávez (https://www.youtube.com/watch?v=cnSIJrhzeJc) en aquella oportunidad sin imaginarse que ese sonido retumbaría en las postrimerías de su proyecto político. Entonces, cómo puede pensarse en diálogo si la mayoría del pueblo cada día siente con mayor inclemencia los estragos del hambre, eso sería como ponerse la soga en el cuello, algo a lo que parecieran estar tentados con Timoteo oxigenando la trampa jaula del diálogo. Por estos días Manuel Malaver llamó la atención en ese sentido, ¡Hambre estúpidos!, dijo lacónico e incisivo sobre una realidad que quieren desconocer desde las alturas del poder sin percatarse cómo les ha menoscabado el ejercicio del mismo.
Hambre pareja cámara, decimos los llaneros. (https://www.youtube.com/watch?v=d2TDje3OoN8) Lo irónico de todo esto es que precisamente sea el hambre sea factor de cambio en un país petrolero como Venezuela, por efecto de la dilapidación de una inconmensurable fortuna nunca antes vista en la historia de esta república. Como era de esperar, esa ha sido la causa del hambre que la mayoría de los venezolanos le tiene a Maduro, y por ello, en mi humilde opinión, saldrá de la Presidencia con o sin revocatorio, sin diálogo, porque ha sido incapaz de evitarle las penurias del desabastecimiento a quienes habitamos en esta tierra de gracia, y la mayor consecuencia de esa incapacidad en el ejercicio de sus funciones es el hambre pareja que se está padeciendo en Venezuela, cuchillo pa´ su garganta que no haya como eludir, por más ayuda que le brinden los mediadores del falso diálogo y las comadres del CNE. Así que no habrá diálogo que valga mientras el hambre siga haciendo de las suyas ante la mirada bobalicona de los incapaces que nos gobiernan, mejor dicho, el diálogo sólo será promisorio si nos matan el hambre, dicho en lenguaje claro y sencillo, como la mejor manera de expresar una condición que no he visto en quienes ostentan la conducción de la oposición venezolana.
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