La Acreencia Eterna
Fidel Castro acuñó el termino “Deuda Eterna” para denunciar un sistema financiero internacional con reglas que hacen impagable la deuda externa de los países pobres. Pero lo que resulta absurdo es constatar como los inmensos recursos petroleros venezolanos se convierten desde el inicio en una “Acreencia Eterna”.
Como ejemplo podemos citar el Acuerdo Energético suscrito con Bolivia, Nicaragua y Haití que entró en vigencia el pasado 14 de Abril, mediante el cuál nos comprometemos a entregarles 300.000 barriles diarios a esos países, fijando un periodo de gracia de 2 años para el primer pago, además de un financiamiento a 23 años con una tasa de 2%. Igualmente establece que la factura petrolera una vez exigible, puede pagarse tan sólo el 50% en 90 días y los otros 50% adeudados, pagaderos a plazo a PDVSA.
Los alcances de esa acreencia eterna no terminan allí. El crédito otorgado a los aliados del ALBA puede pagarse usando “mecanismos de compensación comercial”. Así, podríamos imaginarnos recibir el pago de Bolivia con hojas de Coca -tan recomendadas por nuestro Mandatario- o recibir el pago de Haití con cuadros de pintores ingenuos; o recibir de Nicaragua un lote de camisas rojas con la figura del prócer Sandino. Tampoco se indica como será calculado el precio del pago. Por las reglas del capitalismo salvaje? O las confusas facilidades ofrecidas por un socialismo silvestre?.
Estas ventajas generosas crean otros problemas al trasladar el pago a próximos Gobiernos de los países ayudados, ya que si se fija a un plazo de más de dos décadas, hará que Gobiernos de un posible signo político distinto, deban asumir una carga que no les corresponde.
Un cambio de Gobierno en esos países, permitiría que el Gobierno Venezolano elimine las ventajas otorgadas unilateralmente con una simple notificación hecha “con seis meses de antelación”
Pero lo más grave es constatar la inexistencia de una Cooperación Internacional que asegure que esos recursos sean destinados a la solución de la problemática social. Tampoco existe un control que impida que los petro dólares engrosen cuentas personales de Boliburgueses extranjeros, o que financie los Partidos “hermanos Bolivarianos”
Creemos en una Cooperación Sur-Sur transparente y dirigida a todos los países vecinos, con reglas que beneficien también a Venezuela. De no limitar estos caprichos populistas, aseguraríamos una Acreencia Eterna, mientras los venezolanos veríamos frustradas las esperanzas de solución de los graves problemas con un empobrecimiento cada vez más acelerado.