Cooperación Sur Sur y el G 77
El Primer Ministro de Antigua y Barbuda Wilson Baldwin Spencer, en su condición de Presidente del G 77, convocó durante los días 28 y 29 de abril un Panel de Expertos de Alto Nivel para elaborar los alcances de las posiciones de esa institución en relación a la Cooperación Sur-Sur.
El G 77 es un grupo integrado por 130 países en desarrollo, cuya finalidad es la de coordinar posiciones comunes en la ONU para las negociaciones con los países industrializados. Su importancia es reconocida por representar a dos terceras partes de los miembros de la ONU.
Para resaltar los aportes que en el pasado el G 77 adoptó en relación al tema de la Cooperación Internacional, el anfitrión Caribeño consideró relevante invitar a expertos y a algunos de los ex Presidentes del G 77 con el fin de incorporar nuestras reflexiones y recibir el reconocimiento por «contribuir a la profundización de la Cooperación Sur-Sur». Tuve el honor de recibir este testimonio de reconocimiento por haber Presidido el Grupo en el 2002, al igual que el ex Primer Ministro de Jamaica, J. Paterson (2005), y el Embajador de Qatar en las Naciones Unidas, Nassir Al-Nasser (2004).
Es importante resaltar la visión constructiva que se viene adoptando en esta materia, que marca el realismo del Siglo XXI como requisito imprescindible para que los países del Tercer Mundo alcancen su desarrollo pleno.
Se resaltó durante la reunión la importancia de no excluir el aporte de los países industrializados ni del sector privado, recogiendo las propuestas aprobadas en el año 2002 en la Cumbre de Monterrey sobre Financiación para el Desarrollo. Al mismo tiempo se sugirió incorporar a nuevos actores en el debate invitando a las ONGs, a las Universidades, a los trabajadores y a los Parlamentos Regionales. Se trata de diseñar un gran plan que nos permita enfrentar problemas como los ocasionados por el aumento de los precios de los alimentos y del petróleo.
Por ello vemos con preocupación cuando notamos una “diplomacia Bolivariana” basada en la confrontación permanente, y en criterios que procuran la exclusión del sector privado, de las ONGs venezolanas, y de sectores democráticos del país.
Es necesario adoptar el “Espíritu de Antigua” que promueve el dialogo interno y externo, que recomienda la armonización del sector publico y privado, nacional e internacional en apoyo a los alcances definidos por el G 77. De esa manera, se da respuesta al clamor de los pueblos del mundo, que están en búsqueda de la unidad para enfrentar a la pobreza a través de una Cooperación Sur-Sur eficaz y amplia.
