Ama de Casa: Calidad y calidez de un negocio resilente
El inmenso toro de bronce ubicado en el parque Bowling Green cerca de Wall Street, New York, se ha convertido con el tiempo en un símbolo de optimismo, empuje y prosperidad financiera.
Una pieza similar a escala, pero decorada con los colores de Venezuela, adorna el escritorio de de Carlos Henrique Blohm, presidente de Ama de Casa. “Me lo regaló mi hijo mayor, que dice que yo soy optimista irremediable” dice Blohm sobre la escultura que preside el escritorio en su oficina.
En la pared, perfectamente alineados, los cuadros de los ascendentes de este empresario venezolano, sexta generación de inmigrantes alemanes, que llegaron para quedarse, amar y producir en este país.
Calidad y color en la intimidad del hogar
Ama de Casa, empresa dedicada a los textiles, con énfasis en el baño y dormitorio, se creó en 1955. Hoy, más de 60 años después se han convertido en una marca que refleja calidad e innovación.
“Somos obsesivos con la calidad. Además todos nuestros diseños son creados por nosotros. Los colores los escogemos en base a tendencias internacionales, adaptadas al país”, cuenta Blohm.
Aunque han experimentado las mismas circunstancias económicas que han afectado a todo el empresariado venezolano. La caída de la demanda, resultado de la reorientación del poder adquisitivo del venezolano hacia los alimentos y medicina, ha sido aprovechada y transformada en una invaluable etapa de creatividad y generación de estrategias e ideas.
“En una crisis, lo más sensato es aprovechar el tiempo y las energías libres que tiene la gente, para crear cosas nuevas y llegar a canales nuevos”, asegura Blohm.
Y se apresura a dar magnitud del fenómeno: “Desde principios de años hemos lanzado más de 155 productos diferentes, que actualmente cubren más de la mitad de las ventas”, dice sonriente.
Pero no sólo es un aumento en la variedad, sino también en los canales de distribución. Además del tradicionales puntos de venta propios, autorizados y de su página web, Ama de Casa ha empezado a llegar también a nuevas plazas como cadenas de ferreterías, farmacias y hasta ha hecho sus pinitos en Amazon.com.
Adicionalmente han retomado presencia en instituciones como clínicas, clubes y hoteles e impulsando la exportación hacia Perú, Centroamérica y el mercado del Caribe.
“Si bien ha sido un periodo muy difícil por la disminución en la demanda, también ha sido un tiempo en donde hemos aprendido mucho sobre nuestras capacidades de producción y la facultad para hacer cosas nuevas y diferentes”, asegura el ejecutivo.
Cercanía que atrae y fideliza
La comunicación clara y contínua con sus empleados, ha sido otra de las claves en este procesos de ajustes, según indica Blohm. “Hemos hablado, negociado y planificado juntos como enfrentar esta etapa. Su disposición y flexibilidad para el cambio también ha sido clave para adaptarnos y conservar la armonía y sobretodo afectar lo menos posible la cantidad de puestos de trabajo”.
Relata en empresario, que en Ama de Casa hay más de 300 trabajadores que poseen una participación pequeña en la compañía, ya que a todos los que tienen más de un año, adquieren esa posibilidad. Esto ha ayudado a que la compañía no sea sólo su lugar de trabajo, sino que aumente significativamente identificación y pertenencia de los empleados con la empresa.
¿Por qué seguir creyendo en Venezuela?
Blohm presenta una visión que pudiera sorprender a muchos. «Creo que estamos ante una gran oportunidad». Sin embargo, se apresura a justificar tal aseveración: «Los venezolanos estábamos acostumbrados como país a que alguien nos “resolviera” nuestros problemas. Solíamos pedir que el Estado nos protegiera, nos diera… después veíamos lo que podíamos “hacer” nosotros, pero eso era secundario», explica.
Sin embargo, percibe un cambio en la comprensión de los venezolanos. «Ahora los venezolanos sabemos que es preferible tener los productos de calidad, a precio de mercado, a que este regulado y desaparezca. Por primera vez, parece que los venezolanos estamos dispuestos a ejercer con responsabilidad nuestra libertad económica».
Consultado sobre cómo será el venezolano que salga victorioso de esta crisis, no vacila en responder: “Bueno, va a resolver sus propios problemas. Va a saber entender que los precios y la disponibilidad de los productos son resultado de la libertad económica. Todos vamos a estar más ocupados en producir y construir, que en atacar o discutir, porque ya sabemos que eso no lleva a nada”, puntualiza el ejecutivo, con la convicción de «toro».