Apoyando tiranos
En la reciente reunión de Obama con Lula, Chávez tuvo que ser representado por el carioca. Y aunque que Lula planteó la necesidad de un mejor trato para la región, en especial una aproximación a Cuba, Venezuela y Bolivia, Obama no mencionó ni a Chávez ni a Venezuela.
Obama reconoció el liderazgo de México y Brasil aceptándolos como los interlocutores de la América Latina. Por su parte, Chávez que ha tratado de consolidar un liderazgo con base al ALBA y a los acuerdos petroleros con el Caribe ya advirtió con incomodidad sobre esto y recordó que Lula no era el único líder de la región. Por esto el “soliestrellado” se prepara para saldar el desprecio del gringo en Trinidad, donde en abril se realizará la 5ª Cumbre de las Americas,. Ya advirtió que lleva una “artillería verbal”. El tema principal seguramente será la incorporación de Cuba a estas reuniones e incluso a la OEA. Los gringos y los europeos se están moviendo hacia una normalización de las relaciones con el gobierno cubano y sobre esta ola se montará Chávez, vocero de los isleños.
Pero, aunque es necesario que EE.UU. termine de acabar con el bloqueo y los europeos hagan lo propio, no es posible olvidar que lo que hay en la isla es una de las dictaduras más feroces del mundo y que si el bloqueo no sirvió para ablandar a los dueños de la isla, su suspensión incondicional no ayudará al cubano de a pié. Hay cientos de presos políticos, los derechos humanos se violan diariamente y a la disidencia se le persigue, por lo que a un cambio de posición del mundo debería de corresponder a un cambio significativo de los Castros.
Chávez invocará la lucha contra el imperialismo y la dignidad de un pueblo empobrecido, soslayando que este ese un pueblo sometido por sus gobernantes. También apelará a lo que quede de los “contritos corazoncitos comunistas” de muchos de los líderes políticos de la región que siguen viendo en Cuba el esfuerzo heroico de David contra Goliat, sin comprender que con la defensa del gobierno de Cuba y de los Castro se sigue condenando a ese pueblo indefenso a continuar una opresión que ya tiene medio siglo.
En Trinidad se podrá pedir la vuelta de Cuba a estas reuniones o al sistema interamericano, como ya se ha hecho, pero los demócratas deberán cuestionarlo si el gobierno de los Castro no da pasos firmes en el respeto a los derechos humanos y en la democratización del sistema político del país. Sino como en otras ocasiones se estará condenando a los pueblos por acuerdos políticos entre los gobiernos.