Opinión Internacional

Espejismo de Obama

El simbolismo fue impactante: el mismo día que el Presidente Obama vislumbraba en la ciudad de Praga un mundo libre de armas nucleares, Corea del Norte lanzó un misil de largo alcance, anunciando su futura capacidad de atacar territorio continental estadounidense con fuego atómico.

Nada tiene de malo soñar con un mundo sin armas de destrucción masiva, un paraíso sin guerras y en el que todos seamos buenos y sabios. Soñar nada cuesta, pero el deber de un estadista no es soñar sino atender con realismo y decisión los desafíos del poder.

Las armas nucleares en sí mismas no causan las guerras. Al contrario, no hemos tenido guerras entre grandes potencias desde 1945 debido a las armas nucleares. El problema es quién tiene esas armas y qué política promueven. De allí la amenaza de un Irán fundamentalista provisto de un arsenal atómico. Un mundo sin armas nucleares multiplicaría las guerras convencionales, cosa que Obama pierde de vista.

Sólo existe algo peor a un EEUU fuerte, y ello es un EEUU débil. En ese sentido, me inquietan tres rasgos del nuevo Presidente norteamericano: Primero, Su tendencia a la autoflagelación, a culpar a su país de los males del mundo, cuando en realidad sin EEUU desempeñando el papel que ha cumplido y cumple, países como Israel, Irak, Japón, Corea del Sur, la India y los de Europa Oriental, entre otros, se sentirán indefensos ante sus enemigos (Rusia, China, Irán, Pakistán, Siria), y procurarán fortalecerse por su cuenta, acentuando los conflictos. Una dosis de autocrítica es positiva, pero Obama exagera y se arrodilla. Segundo, su excesivo afán de complacer a los enemigos declarados de EEUU y Occidente, a Putin, los Ayatolas iraníes, los palestinos radicales, buena parte del mundo islámico (sin pedir nada a cambio), los déspotas en China, Cuba y quizás Venezuela. Este rasgo revela una peligrosa ingenuidad y descarta el sano precepto maquiavélico, según el cual en política es preferible ser temido que amado. En tercer lugar Obama confunde la sustancia de la política con el espectáculo. Sus ansias de popularidad le mantienen en una permanente campaña electoral global, que puede resumirse así: “mucho ruido y pocas nueces”.

En Europa, los hipócritas dirigentes de la CEE y la OTAN dejaron a Obama con las manos vacías. No acordaron planes adicionales de rescate financiero, ni comprometieron tropas de combate para ayudar a EEUU en Afganistán. Los europeos adoran a Obama, pero no están dispuestos a hacer algo en concreto para patentizar su apego al personaje mesiánico que tanto les fascina. Por su parte, los rusos obtuvieron de Obama la promesa de una reducción de arsenales nucleares, que en verdad sólo afecta a EEUU pues los de Rusia son obsoletos, e incluye el desmantelamiento de los proyectos antimisiles estadounidenses en Europa del Este, dejando en la estacada a Polonia, Ucrania, Georgia y la República Checa.

Tal pareciera ser el “nuevo orden internacional” que se perfila: De un lado, un EEUU encabezado por un líder cuyo cándido idealismo impulsa un iluso sentido de la realidad. De otro lado una Europa cuyas vulnerabilidades se ocultan tras una pretensión de superioridad moral, que en el fondo esconde enorme irresponsabilidad. Finalmente, una manada de hambrientos lobos que deambulan a través de un campo desolado, prestos a devorar a las distraídas presas que pasean su inocencia, intentando ignorar los riesgos que les acechan. Es un mundo diseñado en Hollywood y Disneylandia, que ahora han instalado sus escenarios, decorados, guiones y espejismos en la Casa Blanca.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba