Maria Grazia Chiuri, la «prima donna» de Dior
La diseñadora italiana Maria Grazia Chiuri se convirtió en la primera mujer al frente de la creación de la casa Dior tras veinte años de exitoso trabajo en dúo con Pierpaolo Piccioli para Valentino.
Maria Grazia Chiuri, de 52 años, remplaza a Raf Simons al frente de Dior. Será «directora artística de las colecciones de alta costura, de prêt-à-porter y de accesorios femeninos» y presentará su primera colección en París el 30 de septiembre, anunció un comunicado de la célebre casa parisina.
Dior is delighted to welcome Ms. Maria Chiuri as artistic director of women's couture, RTW and accessory collections pic.twitter.com/Bh9pR6Hxyx
— Dior (@Dior) July 8, 2016
Dior está encantado de darle la bienvenida a la señora Maria Chiuri como directora artística de las colecciones de alta costura, de prêt-à-porter y de accesorios femeninos
Nacida en febrero de 1964 en Roma, Maria Grazia Chiuri entró de niña al universo de la moda de la mano de su madre, que era costurera.
«Crecí en medio de la ropa. La moda siempre me fascinó, no por la imagen sino por su aspecto práctico», declaraba en mayo pasado a La Repubblica.
Se formó en el Instituto Europeo de Diseño de Roma, al igual que Pierpaolo Piccioli, con el que también comenzó a trabajar para Fendi en 1989.
En 1999, Valentino Garavani, fundador de la marca que lleva su nombre de pila, le confía la tarea de crear una línea de accesorios.
«Estábamos fascinados por la alta costura de Valentino y Saint Laurent. Teníamos la intuición de que ese saber artesanal podía aplicarse a los accesorios», explicó.
En 2008, cuando el «imperatore» deja la marca, el dúo se pone al frente de la creación artística, a cargo de las colecciones de prêt-à-porter masculina y femenina, así como de la alta costura.
Maria Grazia recuerda el primer desfile como «una pesadilla». «Era muy tímida. Me resultaba muy difícil hablar. Tuve que aprender inglés por las noches en casa, con la ayuda de libros», contó a Vogue el año pasado.
Delicadeza renacentista
Poco a poco, este dúo amante del arte y especialmente de la pintura del Renacimiento, va aportando delicadeza y pureza a la elegancia de Valentino y a su rojo legendario, insuflando un nuevo vigor a la casa.
En reacción a los excesos de la era Berlusconi y su vulgaridad, los creadores proponen una moda romántica. Con algunos toques rockeros, como cuando optan por calzados chatos con clavos, en pleno auge de los tacones altos y sexy.
Los desfiles son saludados por la prensa y los resultados confirman el éxito: Valentino cuadruplicó las ventas desde 2009.
El volumen de negocio se elevó a 987 millones de dólares (+48%) en 2015, año récord para esta casa adquirida en 2012 por el fondo de Qatar Mayhoola, que compró recientemente Balmain.
En mayo de 2015, el dúo recibe un premio del CFDA, órgano que representa al sector de la moda en Estados Unidos y que entrega cada año sus recompensas en Nueva York.
Con sus ojos maquillados y su cabello negro que pasó recientemente a rubio platino, esta madre de dos hijos es, en palabras de Pierpaolo Piccioli, muy intuitiva. Su único defecto -dice- es «su cierta tendencia a veces a querer imponerse».
Creadora de formación clásica, Chiuri reivindica la preponderancia del saber artesanal sobre la imagen y las redes sociales. Dice estar «en constante evolución». «La única certeza en la vida, es el cambio».