Obama, el reto de una nación
Podríamos resumir en tres las primicias que le deberían dar a Barack Obama el triunfo en las elecciones del próximo 4 de Noviembre.
En primer lugar, las de carácter económico y político. El deterioro económico y social de gran parte de la población durante la gestión de Bush y la crisis financiera la cual no la tenían los estrategas de John McCain en la agenda electoral, le da un impulso a la candidatura demócrata. Por décadas El 90% de las inclinaciones electorales se ha producido en los Estados Unidos de mano con la situación económica del momento electoral. Ese sigue siendo un factor de peso importante. Recordemos la frase de “estúpido es la economía” que acuño el reconocido estratega James Carville cuando advirtió que Bill Clinton era una mejor alternativa que Bush padre por este haber descuidado la economía en plena recesión priorizando la agenda internacional.
En lo político no hay duda de que los demócratas están listos para retomar las riendas de la nación. Cualquiera que haya seguido con detenimiento las Convenciones de ambos partidos podrá distinguir fácilmente que la agenda que ofrece el partido demócrata se parece más a las características reales de esa nación en estos tiempos y a sus legitimas aspiraciones. En otras palabras la sumatoria de factores que le dan silueta a los Estados Unidos de hoy se asemeja más a la agenda, perfil y composición de los demócratas que a la de los Republicanos. Como lo expreso Collin Powell, los estadounidenses se inclinaran por Obama por que la nación necesita un presidente que no solo no continúe las políticas del actual gobierno sino requieren de un presidente que sea un relevo generacional.
En segundo lugar, la guerra de Irak y los resultados en estos años desde que se inicio ese conflicto han marcado una agenda antibelicista que la capitaliza Obama y por la cual se desprende que es una de las motivaciones que inclina las preferencias demócratas en esta oportunidad. El “americano” medio, el trabajador, los intelectuales y principalmente las mujeres están hartos de esa guerra. No hay manera que entiendan el sentido de seguir perdiendo sus soldados en un conflicto el que no debieron haber entrado, en primer lugar, y en donde a diferencia de otras intervenciones, la mayoría de los ciudadanos hoy saben que las razones que les mostraron para intervenir fueron, sin duda, fraudulentas.
En tercer lugar, hay un elemento de carácter sociológico. En estos tiempos, es importante para la psiquis colectiva de esa nación que reconociendo la segregación racial que aún existe, el inconsciente de un gran sector de los estadounidense aspira demostrar que es capaz de superar el trauma de percibirse como una nación que aun tiene mucho por hacer para resolver el tema del racismo y que sus valores esenciales los obligan a superar esa gran contradicción. Estados Unidos requiere dar un salto que alivie esa carga sicológica para gran parte de la población que aspira a estar en capacidad de apoyar a Barack Obama quien independientemente de su origen y raza saben que es el mejor candidato para regir los destinos de los Estados Unidos. La mayoría de los estadounidenses demandan verlo como un ciudadano con el derecho de ser el próximo Presidente y no como miembro de una minoría racial.