Tres fuerzas rivales
Ante la pregunta de un participante en un seminario celebrado esta semana en la Universidad de Harvard, coincidimos con Sergio Ramírez –ex vicepresidente de Nicaragua y actual líder del Sandinismo disidente democrático- en responder que la presente situación geoestratégica de America Latina se resume en una pugna entre tres fuerzas rivales. A una alianza de centroderecha, anclada en el libre comercio y el combate contra el terrorismo y las drogas, se le oponen dos corrientes estratégicas que proclaman el principio de un desarrollo latinoamericano soberano, con un importante papel del Estado y políticas de igualdad y justicia social.
La primera, y de lejos la mas importante, eficaz y respetada de las dos fuerzas “soberanistas” es la de orientación socialdemócrata, cuyo indudable líder continental es, en estos momentos, el presidente Lula de Brasil. La otra, de contenido colectivista autoritario, y que cada día mas se perfila como factor de polarización divisionista, es aquella cuya definición se plasma en el apellido del actual presidente de Venezuela: el “factor Chávez”.
Interrogado si consideraba que Lula y Chávez, pese a sus diferencias, representan por igual un “surgimiento de la izquierda” en Latinoamérica, Sergio Ramírez respondió tajantemente, que el “izquierdismo” de Chávez es muy dudoso, ya que en su pensamiento y actuación se entremezclan elementos de socialismo autoritario con otros de clara afinidad fascista. Si su discurso antiimperialista y “socialista” crea una imagen de “izquierdismo”, por el otro lado su creciente supresión del pluralismo democrático dentro de Venezuela lo identifica con la tradición de la extrema derecha dictatorial, enemiga acérrima del marxismo clásico.
Del debate que siguió, se desprendió la idea de que Chávez busca un equivocado reconocimiento internacional de “jefe de la izquierda latinoamericana”, para así polarizar la región entre el ALBA por un lado y, por el otro, una obligada alianza táctica defensiva entre la corriente pro-estadounidense y un bloque socialdemócrata acosado. Se repetiría entonces la situación de los anos 1960, cuando Cuba castrista se arrogo la exclusividad del “izquierdismo” latinoamericano y logro que gran parte de la opinión progresista mundial le diera la espalda al izquierdismo muy autentico de los socialdemócratas de Venezuela conducidos por Betancourt y Leoni, identificándolos con la “derecha”. Sergio Ramírez no cree, sin embargo, que esta vez tal treta tenga éxito: Chávez no iguala, en credibilidad y en destreza política, ni al Fidel Castro de los anos sesenta ni a Lula, quien se esta agigantando ante la opinión mundial.