La gira del horror
El talante antidemocrático de los gobernantes a quienes visitó Chávez en su gira por Asia y África es de horror. Pero mayor fue la conmoción que L’enfant terrible provocó durante su periplo. En cada uno de los sitios visitados tomo buen cuidado de escandalizar y dejar muy clara su posición en el concierto internacional. Para algunos este “Club de Déspotas”, estaría buscando hacer una “Unión de Repúblicas” como lo planteó Chávez en Bielorrusia y así asegurarse su permanencia en el poder con apoyo internacional.
En Argelia, Chávez anunció que Venezuela sería la sede de la reunión África y América Latina a fines septiembre, abriendo la posibilidad de que vengan al país el perenne dictador de Zimbabwe, Robert Mugabe, y el de Sudán, Omar Al Bahir, quien tiene orden de captura por la Corte Penal Internacional y que Venezuela debería acatar. A Libia fue a celebrar los 40 año de la dictadura de Gadhafi, creyendo celebrar su futuro. En Siria acusó al gobierno de Israel de genocida. Llegando a decir que «Israel es una entidad antipaz que prevé guerras en América Latina».
Pero donde más se le enredó el papagayo fue en Irán cuando anunció un convenio de cooperación nuclear con ese país. Francia inmediatamente le recordó que cualquier transferencia nuclear desde Irán es una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, y simultáneamente el Fiscal “newyorkino” Morgenthau advertía que fondos iraníes para estos fines podrían estar siendo colocados en bancos venezolanos.
A última hora un viaje a España, una foto con Zapatero y otra con el Rey para justificar su viaje a Europa. Ocultando su objetivo mediático por excelencia, la alfombra roja de la “Mostra de Venecia”, a ver la película en tanto nos costó y que cree lo catapultará al estrellato. Olvidando que estatuas más grandes han sido derribadas cuando lo dictadores desaparecen.
Los que celebran a Chávez se están aprovechando malsanamente su beligerante manirrotismo que compra lealtades con las ahora mermadas ganancias fortuitas del petróleo o/y son gobernantes parias que quieren unirse para enfrentar al mundo de la democracia y las libertades que reta su permanencia en el poder. Aceptar que algunos siguen viviendo el malsano sueño de un comunismo que no dio resultado en sus más diversas formas, a estas alturas es simplemente ridículo. Y aunque Chávez regrese con una sonrisa hollywoodense la gira parece haberle resultado “un tiro por la culata”.