Pobre Sur
Entre risas y una informalidad despreciable, propia de compinches, se desarrolló la Cumbre de UNSAUR. Mediocridad generalizada. En realidad, un verdadero gallinero, como lo dijera el cardenal peruano Cipriani. Unos, Chávez, claro está, leían documentos publicados en Internet, alegando su valor “confidencial” y “estratégico”, del perverso imperio, mientras otros los comentaban con la mayor “seriedad” ; otros hablaban de lo que no sabían, Correa y sus burdas apreciaciones sobre el concepto de soberanía, para adaptarlo a sus conveniencias politicas; otro, Lula, criticaba descaradamente el carácter público de la reunión, porque “no podían decir lo que querían”, hipocresía mayor, propia del combo.
La postura de Uribe fue la mas seria, al lograr callar a los alborotados albalulistas que iban dispuestos a acabar con el Acuerdo bilateral que soberanamente Colombia negocia con Estados Unidos, para combatir el narcotráfico y el terrorismo, lo que no lograría jamás, con la “ayuda” de sus vecinos. Para los más “albarotados” del gallinero, el Acuerdo permitiría a los Estados Unidos adueñarse del petróleo venezolano y de la Amazonía, a lo mejor también de la cocaína boliviana, ignorando, como lo dijo irónicamente Alan García, que Estados Unidos se apoderó desde hace tiempo del petróleo venezolano, por un “puñado de dólares”.
Lula, diseñador del nuevo esquema de cooperación que más que el producto de un gesto de solidaridad es un simple instrumento para ejercer su influencia y el dominio de Brasil en la región –lo que parecen ignorar los ingenuos revolucionarios- no pudo detener el fracaso de la Cumbre. Molesto por la mediocridad de Cristina y Rafael, codirectores del debate, arremetió contra los charlatanes y cotorreros, mostrando alguna superioridad técnica ante sus amigos.
El grupo regional logra un simple rechazo a la intervención extranjera y confirma – lo que no es novedoso- principios de derecho internacional clara e inequivocamente establecidos y aceptados por la comunidad internacional: El respeto a la soberania, la no injerencia en los asuntos internos, la seguridad internacional, la buena vecindad.
Es lamentable que el grupo no se pronunciara sobre las FARC y su incuestionable condición de grupo terrorista, financiado y apoyado por el narcotráfico y por algunos gobiernos de la region, el tema que tenia que haber sido el centro de los debates, como tambien el relativo a los “santuarios” creados en algunos países, para proteger a los terroristas; la peligrosa carrera armamentista emprendida por algunos; la amenaza del uso de la fuerza, expresada por el régimen de Chávez, en contra de Colombia, con la movilizacion de fuerzas armadas terrestres y el anuncio de vuelos de aviones rusos, no los desechables tucanes brasileños que probablemnte se lleve de nuevo Lula para que, por pedido expreso de Hugo, sean papapeteados y vendidos a otros en al región. Una burla grotesca, por cierto, una estafa!
La Cumbre tenía que haberse ocupado de la paz en Colombia, del peligro de la injerencia de los cubanos a través del chavismo en la vida politica interna de otros países; de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo; de la vigencia de los derechos humanos, especialmente en Venezuela, en donde su violación se agrava y se generaliza a diario, como lo muestra la decisión del régimen, a través del Ministerio Público, de procesar a todos los que protesten y “alteren” el orden público, una medida totalitaria que busca amedrentar a los venezolanos, la inmensa mayoría, que se oponen a la política de destrucción del Estado, acordada por el regimen.
Los alborotadores de la región deben sentir una enorme satisfacción por la declaración del Presidente de la Asamblea General de la ONU, el sandinista D’Escoto, que convierte al dictador Fidel Castro en “héroe mundial.” Seguramente, dentro de la crisis moral, intelectual y espritual que vive la humanidad, los “grandes” de la región propondrán ahora la consagración de Tirofijo, ya estatuado en Caracas, junto al “triunfador” Khadafi, el “joven” Kim Il Jong; o, la joya bielorrusa, para integrar el grupo de “personalidades heróicas” del siglo XXI.