Conejo o chucuta es fraude
Nicolás Maduro apeló a la organización Unidad de Naciones Suramericanas (UNASUR) para lograr su reconocimiento regional como presidente electo de Venezuela. Ante la reclamación formulada por el representante de la oposición Henrique Capriles, quien se declara ganador en contraposición al resultado por mínima diferencia que publica el Consejo Electoral Venezolano. Los dignatarios reunidos en Lima optan por apoyar a Maduro bajo la expresa condición de un reconteo de votos que satisfaga las exigencias de Capriles Radonski. El CNE anunció que convenía el rechequeo que Maduro capituló públicamente. Una vez entronizado este, junto a la mayoría gubernamental del ente electoral, desdibujan los acuerdos.
Voces de protesta interna y externamente de personalidades e instituciones se hacen sentir. El ex presidente de Colombia Andrés Pastrana en lenguaje sencillo y noticioso pone las cosas en su verdadera dimensión al declarar a los medios de comunicación social de influencia continental en Colombia: “Le pusieron conejo (expresión popular de engaño) a Unasur con complacencia de Unasur”. El jerarca colombiano ya antes del sufragio vislumbró que estas no serían transparentes y así lo conoce la opinión pública.
“Lo único que pedimos es el recuento. Hasta el momento no se ha hecho y no sabemos ese resultado. Le hicieron conejo a Unasur”, insistió Pastrana, quien reclama el reconteo del 100% de los impresos con sus respectivas actas y cartillas. No menos expresivo fue el Secretario General de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo, quien imputa el reconteo resuelto a espaldillas de Capriles como una auditoría “chucuta” (expresión popular de incumplimiento).
El modelo administrativo chavista se une al parlamentario comunista Diosdado Cabello y en campaña orquestada endosan al mirandino la muerte de ciudadanos ejecutados por el hampa común. Le señalan como el autor intelectual de siete fallecimientos. Esta malicia puso en marcha una atroz operación de persecución hacia el reclamante electivo. La estrategia es verlo fuera de las fronteras venezolanas en busca de asilo, o en las cárceles; pero consciente el ex burgomaestre de la patraña responde con razones y deslastra el improperio.
Las encuestas realizadas ante la bochornosa tramoya dan cuenta de una sostenida baja en la popularidad de Maduro Moro y un fortalecimiento del jefe vecino capitalino en su imagen. El conductor político del estado Miranda bajo el lema de “no violencia” y “pronto se sabrá la verdad” avanza por el camino establecido en la ley aun cuando espera muy poco de los magistrados del máximo tribunal por el vínculo gubernamental mayoritario existente.
Los diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela incitan cotidianamente a los representantes de la oposición en la Asamblea Nacional luego de los daños físicos causados, responder cual guión de película para hacerlos aparecer como los malos del celuloide en cuestión, inculparlos y reducirlos a las mazmorras del estado seudo dictatorial. Medios independientes no detectados por la seguridad del cuerpo legislativo han permitido que el mundo conozca la realidad del atentado oficialista en el hemiciclo.
La gobernabilidad pasa por momentos difíciles en Venezuela. La violencia desatada por organismos oficiales resta cada vez más posibilidades de regir a Maduro. Los sabuesos oficiales desesperados arremeten contra cualquiera y en díscolas operaciones maltratan al parroquiano.
Por su parte Henrique Capriles Radonski, quien no ceja en sus reclamaciones, mantiene a la mayoría en sus hogares y estos esperan aun cuando ya se escuchan ondas de estar dispuestos a tomar la calle tan pronto la circunstancia así lo requiera. Dios ampare al buen juicio del joven abogado. Cualquier otra cosa sería una locura.
La estrategia cubana aceptada por el gobierno de Venezuela está dirigida a causar malestar y zozobra en el país mediante la violencia para luego repetir reiteradamente que tales acontecimientos fueron ejecutados por la oposición. Para ello haciendo uso discrecional de los recursos fiscales pautan en los preferidos medios privados por la audiencia inverosímiles e inciertas historietas previamente elaboradas.
Los rectores de los estados miembros de UNASUR están conscientes que de no ratificar el reconteo de votos en Venezuela perderían legitimidad de origen al renunciar ellos al derecho electoral del vencedor a ser reconocido y del vencido a reclamar justicia. Al traicionar a los venezolanos también clavan una daga en el corazón de sus compatriotas y ello traería trágicas consecuencias.
Los representantes del PSUV Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, en el pasado defendieron los cuadernos electorales, las papeletas depositadas en las cajas y el informe evacuado por la mesa electoral en anteriores escrutinios como los elementos que amparan el triunfo o cualquier reclamación.
Maduro, Cabello y Rodríguez intentan asirse al mando por vía de la fuerza. Insistamos recorrer el sendero de la convivencia como fórmula de justicia electoral. Tardará un tanto más pero su resultado estará sustentado en la vida y no fundamentada sobre los cadáveres que deja la revolución en su partida.