Venezuela negocia con China período de gracia en pagos de préstamos con petróleo
El gobierno de Venezuela está en conversaciones con China para lograr un período de gracia en el pago que hace con petróleo de multimillonarios préstamos otorgados por el gigante asiático desde el 2007, dijeron fuentes conocedoras de la negociación.
De obtenerlo, llegaría justo a tiempo para que la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) pueda hacer frente a pesados compromisos de deuda externa en los próximos meses, en medio de una crisis de flujo de caja que se acentuó con el desplome de los precios del crudo, la principal fuente de divisas del país.
Buena parte de los barriles que Venezuela envía a China son para pagar préstamos por más de 50.000 millones de dólares que el país asiático ha otorgado desde que gobernaba Hugo Chávez, un acuerdo que mantiene su heredero político Nicolás Maduro.
Dificultades
Pero el gobierno de Maduro empezó a tener dificultades para cumplir los términos del acuerdo de financiamiento por petróleo, ya que la caída de los precios del crudo obligó a Venezuela a destinar aún más barriles al servicio de la deuda con China.
Por eso, el equipo de Maduro decidió proponer a China un período de gracia de un año para cancelar los préstamos, dijeron dos fuentes de la industria y otra del sector financiero, que reservaron su nombre por no estar autorizadas a hablar sobre el acuerdo en discusión.
Durante ese lapso, la idea de Venezuela es pagar con despachos de crudo sólo los intereses de los créditos vigentes y que el resto del petróleo que envía a China le sea pagado en efectivo.
Ese beneficio temporal podría proporcionar a la petrolera PDVSA unos 3.000 millones de dólares este año si el acuerdo se concreta este mes, apuntaron dos de las fuentes, una oportuna inyección de liquidez para la empresa.
Por eso cualquier anuncio sobre el avance en estas conversaciones aliviaría las preocupaciones que tienen los tenedores de bonos de PDVSA sobre la capacidad de pago de la firma estatal, que debe cancelar unos 4.000 millones de dólares por servicio de deuda a fines del 2016.
La negociación se produce justo cuando la producción de crudo del país OPEP viene en declive y se contrajo 11 por ciento en un año, según el reporte para mayo de esa organización.
«Estamos trabajando todo esto», respondió el presidente de PDVSA y también ministro de Petróleo, Eulogio del Pino, al ser consultado sobre ese posible acuerdo con China. Sin aportar más detalles, Del Pino dijo que tiene previsto visitar «pronto» esa nación.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China no respondió a un correo de Reuters buscando mayores precisiones.
Más oxígeno
Sin dar mayores detalles, el vicepresidente económico del país sudamericano, Miguel Pérez, dijo en mayo que nuevas condiciones en el acuerdo de financiamiento con China darán a Venezuela «un oxígeno muy importante para avanzar».
Aquella vez, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo, sin ahondar, que había llegado a un consenso con Venezuela.
La propuesta de Venezuela contempla, según apuntan las fuentes, que se cancelen sólo los intereses mientras el crudo venezolano se mantenga por debajo de los 50 dólares por barril (dpb). La semana pasada, la cesta local encadenó dos meses se alzas consecutivas para promediar 40,52 dólares.
Si el promedio de la cesta venezolana sobrepasa los 50 dólares, China exigiría a la nación OPEP que, durante el período de gracia, parte de los envíos de crudo se usen para amortizar los préstamos, bajo una escala que los países están por definir.
Venezuela envió a China 630.000 barriles por día (bpd) de crudo y derivados en el 2014, según el reporte anual más reciente de PDVSA. Un porcentaje cada vez más creciente de ese volumen de crudo se destinó a cubrir los préstamos.
El cambio en los términos del acuerdo no ha detenido una negociación que ambos gobiernos mantienen en paralelo para que lleguen desde Asia otros 5.000 millones de dólares, una vez se cancele con los despachos de petróleo uno de los tramos del acuerdo financiero, agregaron dos fuentes.
Las conversaciones siguen en proceso, en parte porque China ha solicitado a su contraparte que estos cambios sean aprobados por el parlamento venezolano, como sucedió con modificaciones que se hicieron en el pasado, apuntó otra fuente.
La condición de China luce complicada para el gobierno de Maduro, que en diciembre perdió la mayoría de los escaños en el poder legislativo.